sábado, 29 de agosto de 2009

Y el Tiempo murió por culpa de una piedra...

Cronos, divino dios del tiempo, hijo de Gea y de Urano (Tierra y Cielo), llamado Saturno por los romanos, no fue el inventor del cronómetro sino el ascendente de los dioses griegos. Desposado con sy hermana Rea, fue padre de Deméter, Hera, Hades, Hestia, Poseidón y Zeús (conocido este bajo el apelativo de "padre de todos los dioses").
Cronos tenía una fea costumbre: Ante el miedo de ser destronado por uno de sus hijos (tal y como él mismo hizo con su padre Urano), iba devorando cronológicamente, uno a uno, a todos y cada uno de sus vástagos conforme iban cumpliendo su tiempo, cuando Rea, después de alumbrarlos, los presentaba ante él. Francisco de Goya inmortalizó esta antropofágica constumbre en uno de sus más conocidos cuadros.
La mitología griega cuenta que cuando llegó el momento cronológico en el que Cronos hubiera devorado a su quinto y sexto hijo (Poseidón y Zeús), su madre Rea, ocultándolos para que creciesen protegidos, le dio de comer a Cronos un caballo y una piedra sin que él se percatase del engaño. Tras haberse librado de ser devorado por su padre, y pasado cierto tiempo, Zeus se enfrentó con él y le dio muerte.
Con ello, Zeus mató al Tiempo y, a la par, liberó a sus hermanos que habían sido alimento de Cronos. Zeus abrió las entrañas de su padre y sacó de su interior a todos los dioses. A partir de entonces, libres de Cronos, de las ataduras del Tiempo, y siempre a las órdenes de Zeus, empezaron a ser eternos e inmortales.
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Ahora bien, en torno a este mito nos surgen algunas reflexiones. La primera es que matar "al Tiempo" es diferente de "matar el tiempo" (por obvio que resulte). La segunda es que, de ninguna de las maneras, quisiéramos que alguien, al dedicarse a esta lectura, lo perdiese. El tiempo puede ser eterno, pero respecto a nuestra vida biológica es patente y clara su limitación y, por lo tanto, mientras dure hay que aprovecharla. Al fin y al cabo, nosotros no somos dioses...
Al estar la vida temporalmente limitada, ésta estará sometida a una posible medición (dicen algunos), de lo cual se infiere que hay métricas para medir el tiempo, pero lo que está claro es que la Eternidad es inconmensurable.
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Por otra parte, el Tiempo, el Espacio y la Masa son constantes de las ecuaciones dimensionales de la física. Hay demasiados conceptos asociados al Tiempo. El Tiempo y el Espacio son referencias de la Historia, de la Filosofía, de la Ciencia, del Arte, de la Religión y de la Vida. El Tiempo, siempre en movimiento; nosotros, siempre fijados en el presente, recordando el pasado y adivinando el futuro mientras sincronizamos y coordinamos los eventos para que operen en armonía con un "ahora". Tengo poco tiempo para hablar del Tiempo. Ni del futuro, ni de las predicciones de la Ciencia. Ni de las Profecias de la Religión o para la interpretación del Apocalípsis. Pero vale la pena recordar, sin embargo, las previsiones del Delphi, método propedéutico americano de los años sesenta que, basado en la opinión de los expertos, auguraba multitud de conquistas técnicas y sociales como la "transustanciación" de la materia durante esta centuria; o las profecías atribuídas a Nostradamus y a San Malaquías sobre el Papado. O la proyección estadística, el estudio de series temporales, la simulación aleatoria sobre curvas normales descriptivas de fenómenos del futuro. O el estudio de los "ciclos de vida" de los proyectos. O la alternancia de los ciclós históricos que expone en una sus mejores obras Bertrand Russel (me refiero a "Mistcismo y Lógica"), donde presenta la secuencia de cómo el clasicismo y el barroco se suceden en el Arte. O también el método histórico de las generaciones -cada treinta años una generación distinta. O las teorías sobre la metodología de la historia de Ortega y Gasset y de su discípulo Julián Marías basada en ese mismo concepto de "las generaciones". O también, por qué no, las peliculas de viaje al futuro y al pasado de Steven Spielberg inspiradas en las concepciones de la relatividad de Albert Einstein con su fómula sobre la variación de la masa con la velocidad de la luz...
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Y bueno, aquí es donde quería llegar en realidad. A Albert Einstein y a la "muerte" del Tiempo. Si hay defectos de Masa, y el Espacio se expande o se contrae con las radiaciones Lambda, ¿por qué el Tiempo ha de ser una maginitud fija? ¿Formará bucles o espirales, como en los métodos de diseño de software? Al menos en los calendarios el Tiempo sí que forma ciclos... Pero el caso es que, si Einstein tiene razón y el tiempo es relativo -y lo es, ¡vaya si lo es!, al menos experiencialmente- entonces todo aquello que se entrelaza con el Tiempo, con Cronos, también, en mayor o menos medida, es relativo.
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Y sí, gracias a una piedra -o por culpa de ella- Cronos murió a manos de su hijo Zeus. Y así mismo Einstein, con su Teoría de la Relatividad, asesta un golpe también mortal a los conceptos de Tiempo y Espacio de la Física Clásica, convirtiéndolos de entidades diferenciadas en una unidad inseparable. Cronos (el Tiempo), amo y señor del mundo, queda destruido, ¿por quién? por Einstein, por ein Stein... por una piedra. ¡Qué cosas! ¿Tendría razón Nietzsche con su idea del Eterno Retorno? Todo lo que ha sucedido, volverá a suceder... Pero, al fin y al cabo, a pesar de todo, ¡qué poco podemos vivir sin el Tiempo y el Espacio tal y como nos lo figuramos y representamos!