viernes, 26 de marzo de 2010

Call for papers. Primera circular: "Congreso internacional. Filosofía, Humanidades y el futuro del Humanismo"

AUSPICIADO POR LA SOCIEDAD ACADÉMICA DE FILOSOFÍA
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FECHAS A REALIZAR: 20-22 de Septiembre 2010 en la Universitat Jaume I (Castellón de la Plana)
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PLAZO DE ENTREGA DE RESÚMENES DE COMUNICACIONES: 1 de Junio de 2010
Se ha de mandar un breve resumen (10 líneas) acompañado de una breve identificación del autor o autora (mandar las propuestas a cualquiera de los emails de las personas del comité organizador).
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LENGUAS DEL CONGRESO: las presentaciones de las comunicaciones podrán hacerse en castellano, catalán, portugués, francés, italiano e inglés.
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CARACTERÍSTICAS DEL CONGRESO: El congreso se proyecta como continuación del celebrado en el año 2008 en la Universidad de Alicante (“La filosofía y la identidad europea”). Auspiciado por la Sociedad Académica de Filosofía, que reúne a investigadores y profesores del área de Filosofía de la universidad española, estos congresos tienen la intención de proporcionar un forum de debate y un lugar de encuentro para quienes en el ámbito de esa y otras áreas afines trabajan en las facultades y grados de humanidades, no sólo en España sino en otros países de nuestro entorno. En este sentido es de destacar la colaboración de las principales sociedades de filosofía de Francia, Italia y Portugal. La realización del congreso, que sería el segundo, es de vital importancia para la consolidación de esta línea de trabajo. De hecho, ya está previsto que el congreso de Castellón tenga continuidad dos años después en Albacete, organizado en este caso por la Universidad de Castilla La Mancha. El congreso tendrá una estructura mixta a base de mesas redondas, ponencias invitadas, y comunicaciones seleccionadas por el comité científico por el procedimiento de doble arbitraje ciego. Es propósito del congreso dar cabida igualmente a investigadores de otros países.
La línea temática del congreso está centrada en la reflexión sobre el papel de la filosofía y el humanismo en los estudios de humanidades, pretendiendo incidir con ello en el debate sobre el futuro del humanismo.
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COMITÉ ORGANIZADOR:
Sonia Reverter Bañón (Universitat Jaume I) reverter@fis.uji.es
Elena Nájera Pérez (Universidad de Alicante) elena.najera@ua.es
Javier Benéitez Prudencio (Universidad de Castilla La Mancha) JoseJavier.Beneitez@uclm.es
Vicente Sanfélix Vidarte (Universidad de Valencia) Vicente.Sanfelix@uv.es

martes, 16 de marzo de 2010

Estrategias del mal gusto (III): ¿Qué se nos dice de la 'obscenidad'?

La obscenidad no es sino una de las estrategias posibles existentes para mostrar y atraer; aunque quizás, más bien, con el fin de provocar rechazo en el espectador. Por ello se la asocia, dadas las pretendidas características internas de lo obsceno, con el mal gusto, en oposición a la seducción y al buen gusto. E incluso algunos teóricos niegan la posibilidad de que la categoría de lo obsceno tenga cabida en el Arte.
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Para Baudrillard, la seducción es propia del ocultamiento, el velamiento, la omisión, la insinuación, la sensualidad, manifestadas en lo erótico. Por su parte, la producción es lo que muestra con evidencia, lo que se hace visible sin ocultamiento ni insinuación, lo que resulta totalmente mesurable, lo que representa la realidad más exacerbada, siendo su categoría, pues, lo obsceno, propio de lo pornográfico. Así, el erotismo es la “simulación encantada, lo más falso que lo falso, lo más invisible que lo invisible”; mientras que lo obsceno es lo pornográfico, la “simulación desencantada, lo más verdadero que lo verdadero, lo más visible que lo visible” (Baudrillard, 1984; 1989).
Seducir es, para el autor, morir como realidad y aparecerse como ilusión, siendo ésta su estrategia identificadora, acechando todo lo que tiende a confundirse con su propia realidad. Pues si la producción sólo sabe mostrar en su evidencia objetos, signos reales, y obtiene de ello algún poder (el de lo obvio), la seducción no produce más que ilusión y obtiene de ella todos los “poderes”, entre los que se encuentra el de remitir la producción y la realidad a su ilusión fundamental: fantasías, anhelos, esperanzas… Poder, en fin, de subvertir la realidad y de cambiarla desde su infraestructura.
Si estas ideas de Baudrillard podemos aceptarlas y reconocerlas, en tanto que descriptivas de lo obsceno, quizás no podamos hacer lo propio en la valoración que de la oposición entre seducción y producción hace el autor: “Contra la producción, seducción”; “la mirada nunca es obscena”, sino que lo obsceno lo es intrínsecamente por esa obviedad e hiperrealidad (“más real que lo real”), que impide ser susceptible de seducción.
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Y otro tanto con las ideas de Lynda Nead, quien va más allá en su rechazo de lo obsceno en torno a su consideración como posible categoría artística e incluso estética, pues para la autora arte/obscenidad es una oposición de valores. Lo obsceno sigue siendo, descriptivamente, aquello definido por el exceso y la carencia de límites, asociado indefectiblemente a lo pornográfico (y no sólo en un sentido sexual), mientras que lo artístico lo es por el uso de “procedimientos estilísticos y la forma”.
Así, el arte viene definido para Nead, exclusivamente, en términos de contención de la forma dentro de unos límites, mientras que la obscenidad, por otra parte, se define en términos de exceso, como forma más allá del límite, más allá del marco y la representación ( “más verdadero que lo verdadero”, como decía Baudrillard). Y aún más:
"Si volvemos ahora a la oposición básica de arte y obscenidad (…), podemos situar el desnudo femenino no sólo en el centro de la definición de arte [dado su uso recurrente], sino también en el borde de la categoría, desplazándose hacia el límite; moviéndose hacia la obscenidad el desnudo es el borde, el límite, entre arte y obscenidad. El cuerpo femenino –natural, inestructurado- representa algo que está fuera del campo propio del arte y el juicio estético; pero el estilo artístico, la forma pictórica, contiene y regula el cuerpo y lo hace objeto de belleza, apropiado para el arte y el juicio estético." (Nead, 1998, p. 46).
Una vez más, lo obsceno no radica tanto en aquello que se representa ni en la mirada del espectador, sino en el cómo es representado, en sus características inherentes.
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Y las diatribas continúan haciéndose eco la autora de La Crítica del Juicio de Kant, sacando de contexto sus palabras y aplicando la oposición bello/sublime a la pretendida oposición arte/obscenidad. Dice Kant: “Lo bello en la naturaleza es una cuestión de la forma del objeto y ésta consiste en la limitación mientras que lo sublime se encontrará en un objeto incluso carente de forma, en tanto en cuanto envuelva inmediatamente, o incluso provoque por su presencia, una representación que no tiene límite”; añadiendo Nead a renglón seguido:
"Esta oposición entre un placer tranquilo, contemplativo y una forma de excitación se puede poner en relación con la oposición arte/obscenidad. El axioma de que la experiencia del Arte debe ser estática y reflexiva, y que esto la diferencia de la experiencia de las formas no artísticas como la pornografía [léase: lo obsceno] es recurrente en la estética europea de los siglos XIX y XX." (Nead, 1998, p. 49).
Sí, pero una estética en todo caso superada con el impulso de las vanguardias y arte contemporáneo basado en la provocación, mención aparte de artistas marginados por la Historia a lo largo de todos los tiempos.
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Si el Arte queda definido por la limitación, la contención y la contemplación, tan pronto como una imagen se convierte en “un incentivo para la acción” se expulsa del ámbito del arte y la creatividad, entrando en el pretendido “dominio inferior y corrompido de lo documental, la propaganda y la pornografía” (Nead, 1998, p. 50). La diferencia entre arte y pornografía (obscenidad) queda fundamentada tanto para Nead como para Keneth Clark, de quien hace propias sus palabras, en términos de los efectos de la imagen o el objeto sobre el espectador.
Pero… ¿Acaso el Jardín de las Delicias del Bosco, grotesco en su máxima expresión (incluso obsceno), no repulsa la vista de sus contemporáneos y aún hoy a aquellos de mirada sensible, sin dejar por ello de ser ejemplo sumamente artístico (y estético) del gótico tardío? No podemos, en fin, aceptar la radical valoración que hace Nead de lo obsceno como categoría ajena al Arte; ni aceptar su pretendida asociación indefectible con lo pornográfico… Y mucho menos negar el valor artístico de aquello que se aleja voluntariamente de la contención para causar provocación, repulsa, rechazo e indignación en el espectador (en su mirada, en sus valores, en su moral).
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BAUDRILLARD, J., Las estrategias fatales, Barcelona, Anagrama, 1984.
BAUDRILLARD, J., De la seducción, Madrid, Cátedra, 1989.
NEAD, L., El desnudo femenino. Arte, obscenidad y sexualidad, Madrid, Tecnos, 1998.