tag:blogger.com,1999:blog-79160562827429914302024-03-05T14:52:18.837+01:00Homo homini"LA CONCIENCIA DEL MUNDO ES MEDIATIZADA POR EL YO MEDIANTE LA CONCIENCIA DEL TÚ. ASÍ EL HOMBRE ES EL DIOS DEL HOMBRE"[...]"EL AMOR AL HOMBRE NO PUEDE SER DERIVADO, DEBE SER ORIGINAL. [...] EL AMOR DEL HOMBRE DEBE SER PRÁCTICAMENTE LA LEY PRIMERA Y SUPREMA. Homo homini deus est; ÉSTE ES EL PRIMER PRINCIPIO PRÁCTICO, ÉSTE ES EL MOMENTO CRÍTICO DE LA HISTORIA DEL MUNDO".(L. Feuerbach)Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.comBlogger56125tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-25135112064523021732011-06-22T10:58:00.001+02:002011-06-22T11:00:33.828+02:00Néstor. P. Braidot: "Neurociencias y Neuromárketing, un desafío para las democracias contemporáneas"<script src="http://www.svideo.uji.es/files/swfobject.js" type="text/javascript">
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<div id="player1"><a href="http://www.macromedia.com/go/getflashplayer">Necesita tener el Flash Player</a></div>(PARA VER EL VIDEO CORRECTAMENTE, EN CASO DE QUE ESTE NO CORRESPONDA AL DE LA CONFERENCIA DE BRAIDOT, VER DIRECTAMENTE EL POST DE ESTA ENTRADA)<br />
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<div style="text-align: justify;"><strong><a href="http://www.braidot.com/">Néstor Braidot</a></strong>, Director del Centro de Investigaciones en Neurociencias y Prospectiva de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), presentó el pasado lunes 13 de junio en la Llotja del Cànem su conferencia titulada “Neurociencias y Neuromárketing, un desafío para las democracias contemporáneas”. Con ella, se puso el broche final al<strong> <a href="http://eticaydemocracia-uji.blogspot.com/p/iii-ciclo-de-conferencias-2011.html">III Ciclo de Conferencias “La democracia hoy: razones y emociones en la vida democrática”</a>,</strong> organizado por el Departamento de Filosofía y Sociología de la <strong><a href="http://www.uji.es/">Universitat Jaume I de Castellón</a></strong>, el cual, a lo largo de sus cinco sesiones, ha disfrutado de una gran acogida en el seno de la sociedad castellonense.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">En su conferencia, Braidot presentó la relevancia de las neurociencias como herramienta para entender, explicar y comprender el comportamiento del electorado y votantes, así como la relación o el traspaso de las técnicas empleadas en el campo del neuromárketing empresial al político.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Según las investigaciones en este campo, parece ser que “la mayor parte de las decisiones que tomamos tienen un origen no consciente” que puede rastrearse en el “lado reptiliano de nuestro cerebro”. En este sentido, el mayor conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro en la toma de decisiones ha tenido no sólo su influencia en el desarrollo del marketing comercial sino, también en el terreno de la política, surgiendo así una nueva disciplina conocida como “neuropolítica”. Esta nueva rama de las ciencias, señaló Braidot, permité, a su vez, desarrollar el terreno de las “neurocomunicaciones como estrategias avanzadas a la hora de captar la atención del electorado y lograr los niveles y de impacto y recordación necesarios”.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Así mismo, en relación con el terreno de las neurociencias, Braidot ha señalado cómo el denominado “efecto priming” (asociación inconsciente de ideas ante determinados estímulos) puede utilizarse en neuropolítica para “activar ciertas ideas que influyan positivamente en el comportamiento del electorado” a la hora de tomar decisiones en el ejercicio de su derecho al voto. No obstante, las consideraciones éticas, ha recordado Braidot, siguen siendo de una relevancia fundamental ya que”ninguna acción en materia de neuropolítica escapa al hecho de que el elemento más importante de la opinión pública es el vínculo que existe entre las acciones de los gobernantes y sus efectos en los gobernados”. </div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-16806931677775370792011-06-17T11:11:00.000+02:002011-06-17T11:11:16.448+02:00Feuerbach y el materialismo de la Ilustración francesa<div style="text-align: justify;">En cierto sentido, puede afirmarse -creo- que Feuerbach forma parte del movimiento histórico-intelectual de la Ilustración. Armin Schönthaler, en su estudio <em>Emenzipation und Verantwortung</em> (1990) lo menciona ya, por ejemplo, en el subtítulo “Filosofía ilustrada de Feuerbach”, expresando así en su obra cómo se encuentran ya en Feuerbach, de hecho, representaciones, ideas y maneras de pensar que eran ya conocidas por la Ilustración francesa. Oskar Ewald, en su trabajo sobre la filosofía de la Ilustración francesa tituloado <em>Die französiche Aufklärungsphilosophie</em> (1924) extrajo, en este sentido, sus características comunes, a saber:</div><div style="text-align: justify;">.</div><ol><li><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Todo conocimiento proviene de los sentidos. Este principio del sensualismo es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>también, para feuerbach, tras su ruptura con la especulación hegeliana, un importante momento de su filosofía.</span></div></li>
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">
<li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El autoconocimiento está subordinado y es dependiente del conocimiento objetivo. Se trata de una orientación objetiva que se contiene, en la mayoría de los casos, dentro de los límites de la experencia y que progresa en extremo hasta el materialismo.</div></li>
<li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">No existe más que una Naturaleza uniforme que establece leyes universales, constantes y eternas. Esta es la concepción del naturalismo que encontramos también, principalmente, en Feuerbach.</div></li>
<li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">También el hombre se supedita a estas leyes, es un ser natural y la diferencia entre él y los animales y las plantas es, por tanto, únicamente una diferencia de grado. No existe ningún conocimiento de una sustancia espiritual o anímica que le sea propia al hombre a distinción de los organismos de orden inferior.</div></li>
<li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Lo más elevado a lo que el hombre puede dirigirse es al conocimiento de esta legislación natural y al aprovechamiento práctico y cultural de la misma. El espíritu humano no puede, aún cuando esté tan bien desarrollado, avanzar hasta la supuesta esencia de los fenómenos, sino que debe limitarse a registrar y captar las relaciones que se dan entre tales fenómenos. El máximo desarrollo de esta capacidad es denominado “genio”.</span></div></li>
</span></ol><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De estos principios de la Ilustración (compartidos en parte por Feuerbach) se desprenden, además, dos consecuencias:</span></span></div><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><ul><li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El hombre no es libre, sino determinado por impulsos de su naturaleza. La lucha contra los afectos, inclinaciones y pasiones es, por ello, carente de sentido e, incluso, dañina; pues tal lucha considera falsamente que su eliminación equivale a una condena a la inútil inactividad y pasividad.</div></li>
<li><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La Ilustración surge a partir de que los desarrollos histórico-sociales y las adhesiones cristiano-dogmáticas (o religiosas por excelencia) conducen a prejuicios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estos prejuicios deben ser resueltos y superados en tanto que los fundamentos históricos son nuevamente reconsiderados y los prejuicios superados por medio de la clarificación científica y racional. Representativo para el pensamiento de la Ilustración es, en este sentido, la obra de Holbach, en especial sus <em>Lettres à Eugénie ou préservatif contre les préjugés </em>(1768) y su <em>Essai sur les préjugés </em>(1770). La Ilustración tematiza, por ejemplo, también los prejuicios masculinos contra las mujeres. Holbach mostró en este sentido un punto de vista bastante moderno. Así, se mostró a favor de una mejor formación y educación de las mujeres y criticó el puesto excepcional reivindicado por los hombres en lo referente a la moral conyugal. Holbach considera como principal traba para el desarrollo de las mujeres su estrecha simpatía por la fe. Las imagionaciones y reperesentaciones religiosas tienen una fuerza tal sobre el ánimo que apenas se puede uno liberar de ellas ya que, por medio de la costumbre, acaban por convertirse en necesidades, siendo los sacerdotes los que sacan partido de esta situación.</span></div></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Aquí, en este último punto, se encuentra, de hecho, otro de los elementos (si no el más explícito) que conecta la filosofía feuerbachiana con la Ilustración francesa, de la que, en parte, es heredero.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div></span></span>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-28343809560277577252011-02-15T11:51:00.000+01:002011-02-15T11:51:51.034+01:00Adela Cortina: "Ética cívica transnacional"<script type='text/javascript' src='http://www.svideo.uji.es/files/swfobject.js'></script><p id='player1'><a href='http://www.macromedia.com/go/getflashplayer'>Necesita tener el Flash Player</a></p><script type='text/javascript'> var s1 = new SWFObject('http://www.svideo.uji.es/files/mediaplayer.swf','single','512','308','7'); s1.addParam('allowfullscreen','true'); s1.addVariable('file','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash_02/Adela_Cortina.flv'); s1.addVariable('image','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash/jpeg/Adela_Cortina.jpg '); s1.addVariable('width','512'); s1.addVariable('height','308'); s1.write('player1');</script><br />
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<div style="text-align: justify;"><strong>Adela Cortina</strong>, Doctora Honoris Causa de la Universitat Jaume I y Miembro de la Real Académica de Ciencias Morales y Políticas impartió hace ya dos años (29/04/2009) la conferencia “<strong>Ética cívica transnacional</strong>” en el Edificio Hucha de Castellón. Dentro del <strong>Ciclo de Conferencias “La Democracia hoy: el papel crítico de la Sociedad Civil”</strong> organizado desde el Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">En el marco de este ciclo de conferencias sobre la democracia insistió en la imperiosa necesidad de desarrollar en las instituciones y de encarnar desde la ciudadanía una ética cívica transnacional en los diferentes ámbitos de la vida pública y política. Entendiendo que una ética de este estilo, en el contexto de sociedades moralmente pluralistas como la nuestra, “<strong>es aquella en la que se articulan las distintas éticas de máximos que en esa sociedad se ofertan, algunas de las cuales son religiosas y otras seculares, desde una ética de mínimos de justicia por debajo de los cuales es imposible caer sin incurrir en humanidad</strong>”.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Pero además abundó en la importancia que tiene hoy en día que el desarrollo de esa ética cívica se produzca desde el “<strong>corazón</strong>”. Siguiendo la línea de uno de sus últimos libros publicados sobre esta temática “<strong>Ética de la razón cordial</strong>” [Ediciones Nobel], subrayó que la ética de hoy no puede basarse solo en la razón sino que debe atender también a otras dimensiones humanas, como el sentimiento, los valores, los intereses y la compasión. Apoyándose en Pascal afirmó que “<strong>hay razones del corazón que la razón no entiende</strong>”. Por lo que, hay que conocer la verdad, pero también la justicia, y solo una razón cordial, que atiende al corazón, puede descubrir lo justo. Llegando a afirmar con rotundidad que “el que no se indigna y siente dolor ante el dolor ajeno no puede tener sentido de la justicia”, de ahí la importancia de una educación en la ciudadanía partiendo de estos presupuestos.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">La vitalidad ética de la democracia por tanto pasa para esta Catedrática de Filosofía Moral de la Universitat de València y Directora de la Fundación ÉTNOR por conseguir no sólo que los ciudadanos y sus instituciones (políticas, educativas, sanitarias, económicas, entre otras) se sepan protagonistas de su tiempo sino sobre todo que quieran serlo con criterios de justicia y de compasión. Donde las personas “<strong>se saben y se sienten interlocutores válidos, como seres dignos de respeto y compasión</strong>” y respetan a los otros en la misma medida.</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-72103748313770479012011-02-07T17:40:00.000+01:002011-02-07T17:40:35.928+01:00Feuerbach: "Wider den Dualismus" (III)<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjffTWuIrM2Bu8v-c62UzeREsi2awtGWdWYDYJj9ERByq4kbUUYOr5-s34MsQ5MBbFZ3WhB63VtdkzkkZQ6pGtF6YRxI-SxIiyOcJsFykOMyyflrBvW6WwGxtB9zpBAwAzQOf1_S0yELlXl/s320/ludwig-feuerbach-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" h5="true" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjffTWuIrM2Bu8v-c62UzeREsi2awtGWdWYDYJj9ERByq4kbUUYOr5-s34MsQ5MBbFZ3WhB63VtdkzkkZQ6pGtF6YRxI-SxIiyOcJsFykOMyyflrBvW6WwGxtB9zpBAwAzQOf1_S0yELlXl/s200/ludwig-feuerbach-1.jpg" width="128" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Última parte de la traducción de los fragmentos más destacados de la obra de Feuerbach, "Wider den Dualismus von Leib und Seele, Fleisch und Geist".</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzBIh4bx_6lHzq3Ra0QPGtM6-vw2f4rfhnHvYwKkeZDRIWQFe4Qc6voiGPJS7YkFD_TwkWl6yWYu7Bm0ga64xVrijUrEQW8GIp6SVoQzowWx_5-JJcvIUBtSZZoqmxukA8_QKJzH_Hi04/s1600/separador.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" h5="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzBIh4bx_6lHzq3Ra0QPGtM6-vw2f4rfhnHvYwKkeZDRIWQFe4Qc6voiGPJS7YkFD_TwkWl6yWYu7Bm0ga64xVrijUrEQW8GIp6SVoQzowWx_5-JJcvIUBtSZZoqmxukA8_QKJzH_Hi04/s1600/separador.gif" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">El alma no piensa ni siente – pues el alma es sólo la función o fenómeno del pensamiento, de la sensación y de la voluntad personificada e hipostasiada, convertida en una esencia.<br />
.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">La ciencia, al menos la analítica, está directamente, por tanto, en contraposición con la vida; ella [la ciencia] va de lo exterior a lo interior, pero la vida va de lo interior a lo exterior; ella [la ciencia] busca la vida en las profundidades, y la vida se encuentra únicamente en las mesetas; ella [la ciencia] busca la esencia [o el ser = <em>Wesen</em>] más allá de los sentidos, mientras que ésta [la esencia] se encuentra, existe, ya también en los sentidos mismos.<br />
.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Lo que una esencia [o ser = <em>Wesen</em>] desvela a sus sentidos en su forma, movimiento y modo de vida, sólo eso es su alma y su esencia. La individualidad -el espíritu de un hombre- se muestra como tal no sólo en su marcha visible, sino también en la audible. Conocemos una persona por sus meros pasos aún antes verla. Y el hombre comunica voluntariamente a los demás hombres sus más internos pensamientos, sentimientos y deseos por medio del órgano del habla [...] La sensualidad es la <em>ultima ratio</em>, la <em>summa summarum</em>; el conocimiento de los sentidos es el conocimiento de las últimas cosas en las que todos los secretos son desvelados.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">La muerte misma no es más que la última manifestación [=exteriorización] de la vida, la vida consumada. <br />
.</div><div style="text-align: justify;">La respiración no es sólo requisito de la vida, es también un acto vital positivo, esencial, lleno de deleite [...] Vivir, sentir, significa exteriorizar la vida, las sensaciones. Y cuanto más enérgica es tu sensación, tanto más necesaria es la exteriorización; cuanto más cierta, intensa, esencial es tu sensación y disfrute, tan más se expresa ella también exteriormente de forma sensible. Efectivamente, lo que no eres sensiblemente, no lo eres en absoluto. Uno puede esconder, contener, pensamientos, intenciones, convicciones y afectos particulares, pero no su esencia. Tu esencia radica, a pesar de tu saber y voluntad, en los sentidos.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">La sensualidad [<em>Sinnlichkeit</em>] es la realidad. Los frutos de la vida crecen y se originan en el interior, pero sólo maduran cando afectan a los sentidos. La esencia [o ser = <em>Wesen</em>] que no es objeto de los sentidos, es como el niño en el seno materno; sólo la esencia visible, sensible, es la esencia completa. La sensualidad es la perfección. Por tanto, si vas más allá del punto de vista de la sensualidad, de la intuición vital, entonces haces de una esencia perfecta una imperfecta; la mutilas y fragmentas, la descompones en sus elementos, en sus componentes.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">La escisión del hombre en cuerpo y alma, en una esencia sensible y una no sensible, es únicamente una [separación] teórica; en la praxis, en la vida, negamos dicha escisión.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El cuerpo constituye la existencia del hombre; hacer abstracción del cuerpo significa eliminar la existencia; quien ya no es sensible, ya no es más. ¿Puedes, ahora bien, separar la esencia [<em>Wesen</em>] de la existencia? Ciertamente en el pensamiento, pero no en la realidad. La supresión de mi existencia es la supresión de mí mismo [...] El dolor, la sensación por excelencia, no es más que la muy comprensible ruidosa protesta en contra de la diferenciación y escisión de cuerpo y alma, existencia y esencia, que hace el pensamiento abstracto.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">¿En qué se diferencia, entonces, el hombre de los animales? ¿En que él tiene algo que el animal no tiene? ¡No! Simplemente en que él, en tanto que hombre, tiene y es lo mismo que el animal, en tanto que animal, tiene y es. La sensación del animal es una [sensación] animal; la del hombre, humana. [...] El hombre se diferencia de los animales únicamente en que él es el superlativo viviente del sensualismo [<em>Sinnlichkeit</em>], la esencia absolutamente sensible y sintiente del mundo. Él tiene en común con los animales, pero sólo en él la sensación de los sentidos se convierte, desde una esencia relativa supeditada a los bajos y elementales fines vitales, en una esencia absoluta, que disfruta de sí y es fin en sí misma.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">La esencia del hombre, la sensualidad, no es una [esencia] fantástica, un abstracto, el “espíritu”; así, todas las filosofías, religiones e instituciones que contradicen a este principio están no sólo equivocadas sino que también son funestas en sus fundamentos. Si queréis mejorar a los hombres, entonces hacedlos felices; pero si queréis hacerlos felices, entonces id al origen de todas felicidad, de toda alegría –a los sentidos.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El hombre debe su existencia sólo a la sensualidad. La razón, el espíritu, hace libros pero no hombre alguno.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Donde existe la multiplicidad, allí existe –decían ya los aristotélicos- la materia – la base abstracta o, más bien, representación de la sensualidad.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Pero como el hombre no debe aún hoy su existencia a la razón, sino a la sensualidad, así no debe tampoco su génesis originaria a Dios alguno, es decir, a ninguna esencia abstracta, a ninguna esencia espiritual o racional, sino únicamente a la naturaleza sensible.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El hombre no puede ni debe negar los sentidos; no obstante, los niega en contradicción con su naturaleza, por lo que debe volver a aceptarla, pero él no puede aceptarla más que de un modo negativo, fantástico, alocado, que se contradice a sí mismo. La esencia infinita a la que el hombre sacrifica sus sentidos en la religión, no es más que la esencia del mundo en tanto que no-mundano, la esencia de la sensualidad en tanto que esencia no-sensible, como objeto de la fantasía o también del entendimiento. Dios es la esencia o conceptualización de todo lo bueno, de todas las esencialidades, esto es, de todas las realidades sensibles.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">¿Qué es el “espíritu”? ¿Cómo se comporta en relación a los sentidos? Como el género en relación a las especies [tipos, modos] en que se manifiesta. El sentido es universal e infinito, pero únicamente en su ámbito, en su especie; el espíritu, al contrario, no está limitado a ningún ámbito determinado, completamente universal; es el nexo, la unidad de los sentidos, la conceptualización [esencia] de todas las realidades, mientras que los sentidos son sólo esencias de realidades determinadas, exclusivas. El espíritu es, por tanto, no-sensible, suprasensible, en la medida en que va más allá de la particularidad y limitación de los sentidos; fusiona su espíritu provincial en el espíritu universal; pero, a su vez, es también la esencia de la sensualidad en la medida en que no existe nada más que la unidad universal de los sentidos.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">La evocación [fuerza de la imaginación] es el medio más seguro para el imperio de la vida en el imperio sombrío del espíritu. En la evocación la esencia sensible se convierte en esencia pensada, lo corpóreamente ausente se hace presente; la imagen del objeto sustituye o suple para mí al objeto mismo. Lo que ya he visto, no necesito volverlo a ver; una vez es suficiente. La evocación, el recuerdo, es, por tanto, el primer medio, espacio y tiempo, de ahorrar, es decir, de ganar, el primer medio por el cual el hombre explota al mundo en su beneficio y se sitúa en el lugar de todas las cosas.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">La razón es una deducción, pero tanto las premisas como las conclusiones de esta deducción son esencias sensibles; el objeto de la razón es sólo mediar, hacer de cópula entre esencias, pero no la de engendrar esencias.</div>.<br />
<div align="center"><strong>ENDE</strong></div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-78586210093329454312011-01-23T13:24:00.001+01:002011-01-23T13:32:46.767+01:00Feuerbach: "Wider den Dualismus" (II)<div style="text-align: justify;">Segunda parte de la traducción de la obra de Feuerbach <strong>Wider den Dualismus von Leib und Seele, Fleisch und Geist</strong>. Recuerdo que los comentarios en cursiva y entre paréntesis son míos. (<a href="http://homo-homini.blogspot.com/2011/01/feuerbach-wider-den-dualismus-i.html">Ver entrada anterior</a>).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNxVwDpSrooC5PLTNmAFSK9fbkk4oGpl6AfBwzvXq7ZD0H-wu3s1D8BFXDy3ksLLBw-10fMDVz9VazyEIJDTBhoNOv_1B2OI7EDIQTxYR1OOt0sNvoyXQTcX6JLiWrK-kcdHJVOvgNAgg/s1600/separador.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" s5="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNxVwDpSrooC5PLTNmAFSK9fbkk4oGpl6AfBwzvXq7ZD0H-wu3s1D8BFXDy3ksLLBw-10fMDVz9VazyEIJDTBhoNOv_1B2OI7EDIQTxYR1OOt0sNvoyXQTcX6JLiWrK-kcdHJVOvgNAgg/s1600/separador.gif" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando el psicólogo dice: “yo me diferencio de mi cuerpo”, eso es simplemente decir tanto como lo que dice el filósofo en la "Lógica" <em>(referencia a Hegel)</em> o en la "Metafísica de las Costumbres" <em>(referencia a Kant)</em>: “Yo hago abstracción de la naturaleza humana”. ¿Es posible abstraerte de tu esencia? ¿No te abstraes, pues, tú mismo como hombre? ¿Acaso piensas sin cabeza? ¿No es tu cabeza, sin embargo, una cabeza humana? Los pensamientos son “almas escindidas”. Bien; pero ¿no es también el alma escindida aún una fiel imagen del hombre previamente corpóreo? ¿Los conceptos universales metafísicos, los conceptos de Ser y Esencia, no se cambian a sí mismos en cuanto cambia el Ser y la Esencia real del hombre? ¿Qué significa entonces el abstraerse de la naturaleza humana? Nada más que el hecho de que, con ello, me abstraigo del hombre tal y como él es objeto de mi conciencia y pensamiento, pero nunca, en ningún caso, del hombre que se encuentra tras mi conciencia, es decir, de mi naturaleza, a la cual, <em>nolens volens</em>, mi abstracción está indisolublemente ligada. Así pues, como psicólogo, también te abstraes del cuerpo en el pensamiento, pero, no obstante, estás ligado en esencia de la forma más íntima a él [al cuerpo]; es decir, te piensas diferenciado de él [del cuerpo], pero por ello no eres en absoluto algo diferenciado de él. La diferenciación entre pensar y ser no está superada en la psicología.</div><div style="text-align: justify;">. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Al igual que la divinidad, tampoco el alma es un objeto de la “experiencia” y de la “certeza inmediata”, tal y como muchos imaginan; ella debe su existencia, más bien, únicamente a una deducción, y la base de esta deducción, la premisa, es principalmente la identidad o “simplicidad” de nuestro sentimiento propio, de nuestra conciencia.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Simplemente esta identidad o simplicidad de nuestra conciencia o Yo –tal y como el psicólogo considera como punto de partida de su deducción sobre [la existencia] de un alma o, más aún, como prueba efectiva de tal- no es ello mismo ningún hecho inmediato, sino un producto de la abstracción y la reflexión. Nuestro Yo, nuestra conciencia, es, en realidad, tan diversa como el contenido de la misma.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">El sentimiento de mí mismo es siempre el sentimiento de un Yo determinado, de una condición determinada de mi ser y esencia; no tengo nunca un sentimiento abstracto, aislado, de mí mismo, como sentimiento propio en tanto que una esencia simple, inmaterial, diferenciada del cuerpo; nunca he pensado sin cabeza ni sentido sin corazón; únicamente en la reflexión sobre mí separo los pensamientos de la cabeza y los sentimientos del corazón; sólo en la reflexión los hago autónomos por sí mismos en un sujeto o esencia que siente, piensa y se diferencia del cuerpo.</div><div style="text-align: justify;">.<br />
<em>(Feuerbach constata que los pensamientos, sentimientos y percepciones de cada uno de nosotros cambian a lo largo de la vida. No pensamos, ni sentimos, ni percibimos, de hecho, igual de niños que de adultos.Y sin embargo, a pesar de estos cambios, seguimos siempre siendo la misma persona. A este respecto, pregunta Feuerbach):</em></div><div style="text-align: justify;">¿No ha cambiado, sin embargo, mi esencia fundamental, o efectivamente ha cambiado también esta esencia fundamental, el tipo, la edificación, la constitución, la forma, brevemente, la individualidad de mi cuerpo? ¿Es, entonces, la identidad de mi esencia diferente e independiente de la identidad de mi cuerpo? ¡No!, Yo soy el mismo únicamente en el mismo cuerpo.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;"><em>(Feuerbach, a continuación, defiende y afirma la naturaleza sensible del cuerpo físico como absoluta unidad y totalidad del yo, tanto material como espiritual. Con ello, por tanto, queda patente que la filosofía de Feuerbach se opone al materialismo reduccionista, el cual, en opinión de Feuerbach, peca de los mismos actos de abstracción de la realidad humana que la filosofía idealista):</em><br />
Cuando se reduce el cuerpo orgánico a determinaciones abstractas materiales –tal y como aquí [lo] reducen [los materialistas abstractos] a la determinación de una cosa divisible, compuesta por partes-, entonces es evidentemente necesario explicar, a partir de una esencia particular ficticia de propiedades contrapuestas, los fenómenos del cuerpo orgánico que contradicen esta determinación y representación [del cuerpo orgánico]. Sin embargo, estas propiedades las posee ya el cuerpo orgánico en tanto que cuerpo en sí. Él es, a pesar de la multiplicidad de sus partes, “una cosa”, una unidad individual, orgánica. Esta unidad orgánica es el principio de la imaginación y la sensación.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;"><em>(Esta afirmación por parte de Feuerbach del cuerpo mismo como totalidad de la esencia humana, sin abstracción de ninguna de sus capacidades y facultades, le lleva a afirmar una suerte de continuidad y co-pertenencia entre el alma y el cuerpo físico mismo. Es decir, Feuerbach afirma el carácter "espiritual" del cuerpo y, a su vez, el carácter "corpóreo" del alma):</em></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">La oposición entre cuerpo y alma no es sostenible lógicamente. Las oposiciones caen, expresado lógicamente, en uno y el mismo género esencial. El Bien se contrapone al mal y el género es la moral, la voluntad; el bienestar se contrapone al malestar, y el género es la sensación; lo dulce a lo ácido, y el género es el sabor; el hombre a la mujer, y el género es el ser humano; lo infinito a lo finito, y el género es la cantidad. Así, el cuerpo y el alma son oposiciones que, en tanto que modos o tipos, caen bajo uno y el mismo género. El cuerpo es, por ejemplo, lo espacial, de forma que el alma es lo temporal, pero el género es la sensualidad [<em>Sinnlichkeit</em>]; el cuerpo es lo compuesto de forma tal que el alma es lo sencillo, pero el género es [...] el tamaño [...] o la cualidad. </div><div style="text-align: justify;">.<br />
La vida es el “punto de vista de lo absoluto”; la ciencia, la teoría, el punto de vista de la finitud. La vida une, el conocimiento separa,</div><div style="text-align: justify;">.<br />
La verdad no es ni el materialismo ni el idealismo, ni la fisiología ni la psicología; sólo la <em>antropología</em> es verdad; sólo el punto de vista de la sensualidad, de la intuición, es verdad, pues sólo este punto de vista me da la totalidad y la individualidad.</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-39397160525704532552011-01-17T21:02:00.004+01:002011-01-17T21:22:43.195+01:00Feuerbach: "Wider den Dualismus" (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/imafilo2/feuerbach.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" n4="true" src="http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/imafilo2/feuerbach.jpg" width="156" /></a></div><div style="text-align: justify;">Sigo ahora con la serie de <em>posts</em> dedicados a la presentación de algunos de los textos de <strong>Ludwig Feuerbach</strong> que, desafortunadamente, permanecen intraducidos al castellano y, ni siquiera, al inglés.El texto sobre el que me centraré, publicado originariamente en 1846, es el de <em><strong>Wider den Dualismus von Leib und Seele, Fleisch und Geist</strong> </em>(= Contra el dualismo de cuerpo y alma, carne y espíritu), el cual puede leerse en su idioma original (alemán) en <em>Gesammelte Werke</em> [ed. de W: Schuffenhauer], Tomo IX, pp. 122-150 y en <em>Werke in sechs Bänden</em> [ed. de E. Thies], Tomo III, pp. 165-197.</div><div style="text-align: justify;">Tal y como ocurría en la<a href="http://homo-homini.blogspot.com/2010/11/feuerbach-anfang-der-philosophie-i.html"> traducción anterior</a>, recuerdo aquí que no me dedico a ello de manera profesional y que es ciertamente posible que incurra en equívocos y fallos de traducción, o que mi interpretación de las palabras de Feuerbach no sea la más adecuada de todas. Así mismo, también como hice en el caso anterior, la traducción que aquí presente NO es de la obra completa, sino sólo de algunos parrafos y fragmentos de la misma. En cualquier caso, seguiré insertando comentarios de mi puño y letra (marcados en cursiva y paréntesis) cuando lo estime oportuno para, así, contextualizar algunas de las ideas presentadas por Feuerbach.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEosYp-uPTiMmJcPGCXrXqSa4qOT6Jx6SPUN5tR1Yhji1TfyIrdQktgihm7RCjimJX5XfCfvqWEQVG6UBdIaIlGFTqnC0a6uxly_UIl9mn4wHnwbL1o5FMiUcX288ml6hlbxcMP_VAFjA/s1600/separador.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEosYp-uPTiMmJcPGCXrXqSa4qOT6Jx6SPUN5tR1Yhji1TfyIrdQktgihm7RCjimJX5XfCfvqWEQVG6UBdIaIlGFTqnC0a6uxly_UIl9mn4wHnwbL1o5FMiUcX288ml6hlbxcMP_VAFjA/s1600/separador.gif" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-size: large;">Wider den Dualismus von Leib und Seele, Fleisch und Geist (1846)</span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">En el deseo y en el disfrute de la comida, nada sé del estomago; en la sensación como tal, como objeto de la psicología (=<em> psyché + logos = ciencia o conocimiento del alma</em>), nada de los nervios; en el pensamiento como tal, nada del cerebro. Querer deducir de esta carencia subjetiva de nervios y cerebro una esencia incorpórea carente objetivamente de cerebro y nervios, es justamente tanto como si quisiese deducir del hecho de que no supiese ni sintiese que tengo padres el hecho de que yo existo por mí mismo, que el origen de mi existencia no depende de ninguna otra esencia. De hecho, en la psicología, todos somos sin excepción Kaspar Hauser <strong>(1)</strong> ; no sabemos nada de la genealogía de nuestros sentimientos, imaginaciones y pretensiones de voluntad, y no queremos saber nada de ellas al igual que aquél emperador austriaco que prohibió investigar su origen porque alguien podría dar, en último término, con un sastre o un porquero como fundador de la Casa imperial; nos consideramos a nosotros mismos, por tanto, como descendientes desde siempre de sangre noble porque nuestro origen radica, más allá de nuestra conciencia, en la sangre plebeya, porque nos faltan la información de nuestro origen. En la psicología el sujeto y el objeto son idénticos; en la fisiología, diferentes. Para mí mismo soy objeto psicológico, pero fisiológicamente soy [objeto] para otra persona; la sensación que me produce mi estómago cuando tiene hambre o mi cerebro cuando piensa, es sólo objeto para mí mismo, pero es objeto de la fisiología y de la anatomía. Mi cerebro o mi estómago no puede ser nunca para mí objeto de la intuición; sólo puede serlo para otro.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El vivir, el sentir, el imaginar, es apreciado sólo inmediatamente como tal por medio de sí mismo; es indisociablemente indistinguible de la esencia, sujeto u órgano que vive, siente e imagina.</div><div style="text-align: justify;">.<br />
Ciertamente no sólo diferencio, al menos teóricamente, mi cuerpo, en tanto que objeto de mis sentidos orientados al exterior, de otros cuerpos, sino también de mí mismo; pero de mi organismo interno, especialmente del órgano del pensamiento, del cerebro, no puedo diferenciarme. Ciertamente, en la fuerza de la imaginación, puedo representarme mi cerebro como objeto y así diferenciarme de él, pero esta diferenciación es sólo una diferenciación lógica o, más aún, imaginaria, pero en absoluto real; pues efectivamente no puedo pensar, no puedo discernir, sin actividad cerebral; el cerebro del cual me diferencio es sólo un cerebro pensado, imaginado, no real; niego únicamente mi relación imaginada, consciente, con el cerebro, pero no mi relación inconsciente.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El acto cerebral es el más elevado, el acto que nos condiciona o constituye a nosotros mismos – un acto que, por tanto, ya no puede ser percibido como un [acto] diferenciado de nosotros.</div><div style="text-align: justify;">.<br />
Los actos cerebrales, en tanto que los más elevados actos, son idénticos, indistinguibles de la actividad material, objetiva, voluntaria. Incluso para nuestra conciencia el pensamiento es una actividad tanto voluntaria como involuntaria. Ella [la conciencia] es para nosotros una [actividad] absolutamente subjetiva, pero sencilla y llanamente porque en ella [en la conciencia] desaparece la oposición entre actividad subjetiva y objetiva. Percibo al estómago –al que unas veces lleno y otras vacío-, al corazón –al que oigo y siento latir-, a la cabeza –en tanto que objeto de los sentidos orientados al exterior-, dicho brevemente, a mi cuerpo, únicamente a través del acto cerebral; él ya no es para mí, por tanto, al menos de forma inmediata, objeto alguno, nada diferenciado de mí. Desde esta imperceptibilidad y carácter no objetivo del acto cerebral, el fetichismo psicológico da explicación también de los pueblos antiguos y de todos los hombres incultos que sitúan el “alma”, el “espíritu”, en el latido del corazón o en el acto de la respiración en vez de en el acto cerebral.</div><div style="text-align: justify;">------------</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: justify;"><strong>(<em>1) </em></strong><em>Kaspar Hauser (¿1812?-1833), fue un adolescente alemán famoso en Europa por el misterio en torno a su origen y a su muerte. Su carácter era el de un niño salvaje por lo que se sabe que creció en cautiverio en completo aislamiento. Desde su aparición se especuló sobre su posible pertenencia a una casa real, en particular a la familia gobernante en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Baden. Ha sido llamado "el húerfano de Europa"<span style="mso-bidi-font-style: italic;">. Su estado mental era tal que levantó el interés de juristas, teólogos y pedagogos que llevaron a cabo multitud de ensayos para enseñarle a hablar, leer y escribir. Su mentor y representante legal, el padre de Feuerbach, Anselm von Feuerbach, describió que en un principio la leche y la carne le daban asco a Kaspar y que sólo se alimentaba con pan y agua. Se descubrió asimismo que había sido mantenido cautivo durante mucho tiempo aunque nunca se consiguió levantar el secreto de su procedencia.</span></em></div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-3529745530556688702011-01-13T17:22:00.002+01:002011-01-13T17:27:07.151+01:00Neurociencia: ¿Existe un instinto moral?<div style="text-align: justify;">Tercera confrencia de Francisco José Rubia Vila, en el marco del ciclo de conferencias "Cerebro, mente y conciencia: nuevas orientaciones en neurociencia".</div><br />
<object width='440' height='85'><param name='movie' value='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v12.swf'></param><param name='flashvars' value='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2011-01-13T05_06_58-08_00%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85'></param><param name='allowFullScreen' value='true'></param><param name='allowscriptaccess' value='always'></param><embed src='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v12.swf' flashvars='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2011-01-13T05_06_58-08_00%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85' type='application/x-shockwave-flash' allowscriptaccess='always' allowfullscreen='true' width='440' height='85'></embed></object>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-72199578865490618352011-01-03T11:54:00.000+01:002011-01-03T11:54:53.693+01:00Aristóteles: Materia, forma y potencia<object width="640" height="390"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/7jxAkHf50Bc&hl=es_ES&feature=player_embedded&version=3"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowScriptAccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/7jxAkHf50Bc&hl=es_ES&feature=player_embedded&version=3" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" allowScriptAccess="always" width="640" height="390"></embed></object>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-62579861274220234002010-12-18T19:09:00.001+01:002010-12-18T19:11:53.444+01:00Feuerbach: "Anfang der Philosophie" (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.payer.de/religionskritik/feuerbach0101.gif" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" n4="true" src="http://www.payer.de/religionskritik/feuerbach0101.gif" width="157" /></a></div><div style="text-align: justify;">Continúo, aquí, con la traducción de algunos de los párrafos e ideas más importantes de la obra de Feuerbach <strong>Einige Bemerkungen über den 'Anfang der Philosophie'</strong>. Recuerdo, una vez más, que los comentarios en cursiva y entre paréntesis son propios. (<a href="http://homo-homini.blogspot.com/2010/11/feuerbach-anfang-der-philosophie-i.html">Ver entrada anterior</a>).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrISlrw6LwciogWYNtjR2TPjOHgJoT7Wq4DT-aXp3HUAd6qHprRPh3BlGQRu4Ii7pBasX6I9A-NaoTcPWbkUzfh20FbFgtqDkUTuZblTIS6zLlyHRocF5g_c0vbsUJM-Z8tw61kqUfHTU/s1600/separador.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrISlrw6LwciogWYNtjR2TPjOHgJoT7Wq4DT-aXp3HUAd6qHprRPh3BlGQRu4Ii7pBasX6I9A-NaoTcPWbkUzfh20FbFgtqDkUTuZblTIS6zLlyHRocF5g_c0vbsUJM-Z8tw61kqUfHTU/s1600/separador.gif" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">El espíritu surge de los sentidos, no los sentidos del espíritu; el espíritu es el final, no el principio de las cosas. La transición del empirismo a la filosofía es una necesidad, mientras que la transición de la filosofía a lo empírico es una lujosa arbitrariedad.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Si, tal y como no se puede dudar, la naturaleza es la base del espíritu [...] así también necesariamente la naturaleza es la base, el inicio objetivamente fundamentado, de la filosofía. La filosofía debe comenzar con su antítesis, con su <em>alter ego</em>; en caso contrario permanece ella siempre subjetiva, siempre cohibida en el Yo. La filosofía que nada presupone es la filosofía que tiene como presupuesto a ella misma, que empieza inmediatamente con ella misma.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">(<em>Aquí Feuerbach se sitúa en contra de la filosofía especulativa fichteana y en contra de Reiff cuando éste afirma que el objeto colocado y determinado por la libre actividad del sujeto no es más que espresión del Yo mismo y, por tanto, también subjetividad</em>)</div><div style="text-align: justify;">¿Acaso este Yo que se separa de las cosas, que determina –y con ello, anula- a lo objetivo considerándolo como otra expresión suya, no es éste un Yo hipotético? ¿No es al menos este Yo el Yo de un punto de vista especial? ¿Pero es este punto de vista sin más un punto de vista necesario y absoluto sobre el que debe situarse la filosofía si ésta quiere ser tal? ¿Es, pues, el objeto absolutamente nada en tanto que objeto? Seguramente es lo otro del Yo, pero ¿no puedo también decir, al contrario, que el Yo es lo otro, el objeto del objeto y, consecuentemente también, el objeto un Yo? ¿Cómo llega entonces el Yo a determinar a lo otro? Únicamente en tanto que la relación del Yo con el Objeto es la misma que la del Objeto con el Yo. Pero el Yo reconoce esto únicamente de modo indirecto en la medida en que convierte su carácter pasivo en carácter activo. Quien convierte, no obstante, al Yo mismo en objeto de la crítica, reconoce que la libre determinación del objeto por parte del Yo no expresa en realidad nada más que el involuntario carácter limitado del Yo por parte del objeto.</div><div style="text-align: justify;">.<br />
Es cierto que nada puede darse en el Yo para lo que no pueda encontrarse un fundamento –o al menos una susceptibilidad- en el Yo mismo; que toda determinación del exterior, en último término, es a su vez una autodeterminación; que el objeto mismo no es otra cosa que el Yo objetivo. Pero, igual que el Yo se determina y da prueba de sí mismo en lo objetivo, así también el objeto se determina y da prueba de sí mismo en el Yo. La realidad del Yo en lo objetivo es, a su vez, la realidad del objeto en el Yo.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">¿Acaso si los ojos se te ciegan, se te ensordece el oído y pierdes el gusto y el olfato no te sentirás tremendamente mísero e infeliz, tanto corpórea como espiritualmente? ¿No exclamarás mil veces al día dolorosamente: “¡Oh, ojalá recuperase mis sentidos!”, y con ello no se te confiesa y manifiesta que también los sentidos forman parte de ti? ¿Que tú –tú digo, tú mismo, no meramente tu cuerpo- eres un inválido digno de lástima cuando careces de sentidos o sólo tienes sentidos imperfectos?<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Así también el cuerpo forma parte del Yo especulativo, al menos el cuerpo especulativo.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">El Yo está encarnado – esto no significa más que el Yo no es sólo un [ser] activo, sino también pasivo. Y es falso querer deducir inmediatamente esta pasividad del Yo de su actividad, o interpretarla como actividad. Al contrario: el [carácter] pasivo del Yo es el [carácter] activo del Objeto. El Yo padece porque también el objeto es activo – un padecimiento del cual el Yo, por cierto, no tiene que avergonzarse pues el Objeto mismo es parte de la esencia más interna del Yo.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">En solitario el Yo no es, en absoluto, ‘por sí mismo’ en cuanto tal, sino sólo por sí en tanto que esencia corpórea; pues [el Yo] por medio del cuerpo ‘se abre al mundo’. Frente al completo Yo se encuentra el cuerpo, el mundo objetivo. A través del cuerpo éste no es Yo, sino Objeto. Existir corpóreamente significa existir en el mundo. Cuantos más sentidos –tantos más poros, tanta más desnudez. El cuerpo no es más que el Yo poroso.<br />
.</div><div style="text-align: justify;">Pero lo más esencial, lo originario, lo que está necesariamente entrelazado con la contraposición del Yo –el cuerpo, la carne, el conflicto de espíritu y carne, únicamente éste, señores mío, es el más elevado <em>principium metaphisicum</em>; sólo éste es el misterio de la creación, el fundamento del mundo. Efectivamente, la carne, el cuerpo –si lo preferís- no tiene únicamente un significado histórico-natural o psicológico-empírico, sino que tiene un significado esencialmente especulativo, metafísico. Pues, ¿qué es el cuerpo más que la pasividad del Yo? ¿Y cómo queréis deducir simplemente la voluntad, simplemente la sensación, a partir del Yo sin un principio pasivo? La voluntad no es pensable sin algo que se le opone [=que aspira en contra de la voluntad], y en toda sensación, aunque sea ésta sólo espiritual, no se encuentra más actividad que la vida, más espíritu que la carne, más Yo que el No-yo.</div><div style="text-align: center;"><strong>ENDE</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-13325997471715113482010-12-11T10:45:00.002+01:002010-12-11T10:50:29.425+01:00Democracia deliberativa y poder comunicativo (III)<div style="text-align: justify;">Como comentario final a esta serie de entradas sobre la democracia deliberativa y el concepto de poder comunicativo, podemos realizar una lectura crítica sobre algunos supuestos de la teoría habermasiana. <strong>En primer lugar</strong>, se podría cuestionar la distinción entre influencia de la sociedad civil y poder institucional, pues Habermas, con esta delimitación, no puede sustraerse del todo de la concepción weberiana de poder. Además, Habermas parece obviar la crítica foucaultiana y su análisis de la distribución del micropoder en la sociedad, en la medida en que esa influencia, en algunos casos, sino una forma de poder mismo, sí que puede resultar más efectiva que el poder administrativo.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong>En segundo lugar</strong>, resulta problemática la separación radical que realiza Habermas entre la sociedad civil y el resto de susbsistemas, en especial con relación al mundo de la economía. Para Habermas, mientras que la sociedad civil vienen caracterizada normativamente por la racionalidad comunicativa, tanto en la política como en la economía predomina la racionalidad estratégica; y si bien este tipo de racionalidad puede formar parte de su idiosincrasia, no se comprende por qué se ha de entender en “exclusividad” este uso de la racionalidad estratégica. ¿Acaso las empresas no hacen uso de la racionalidad comunicativa cuando intentan fundamentar y justificar decisiones de orden económico que, inevitablemente, afectan al conjunto de la sociedad? ¿No podría incluirse la esfera del mundo del dinero dentro de la sociedad civil? Más aún, el que la sociedad civil se limite únicamente a los intereses universalizables, supone restringir en gran medida las posibilidades de ésta, y por ello no podemos más que preguntarnos si no es posible que, en determinados casos, los intereses generales puedan también justificar intereses particulares. Podría aducirse que la inclusión de la empresa dentro de la sociedad civil es problemática en tanto que, en el pacto por el cual se crean las instituciones empresariales, las partes no se encuentran en las mismas condiciones de libertad e igualdad. Pero, ¿acaso alguna asociación de la sociedad civil, más allá de lo normativo, se crea en base a condiciones de libertad e igualdad ideales? Obviamente, resulta inoperante el aplicar la lógica democrática a todos y cada uno de los entramados organizativos (pensemos, por ejemplo, en la medicina, institucionalizada en un hospital). Por tanto, si asumimos la realidad, es cierto que las condiciones desiguales de participación no pueden justificarse simplemente en función de la creación de sentido social o bien interno, lo que sería mero utilitarismo; sino mediante una aceptación libre y voluntaria de tales desigualdades de participación. Esto supondría la posibilidad de entender normativamente como legítima una empresa siempre y cuando todos los grupos de interés pudiesen aceptar, en condiciones de igualdad, el reparto desigual del poder y responsabilidades.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Finalmente</strong>, conviene destacar que Habermas, a través de la caracterización de la sociedad civil y el espacio de la opinión pública como una red discursiva, autónoma y abierta en sus horizontes, que se funda normativamente en la razón comunicativa y, por tanto, orientada al entendimiento intersubjetivo, parece intentar llevar a cabo una defensa del contenido racional de una moral del igual respeto para cada cual y de la responsabilidad de uno para con el otro, correspondiéndose con un universalismo que pretende ser sensible a la diferencia y que abarca a la persona del otro, o de los otros, en su alteridad. Sin embargo, el problema de fondo en el planteamiento habermasiano radica en que ese “otro” considerado discursivamente en estas redes deliberativas que buscan explicitar el sentido de normas e instituciones, lo constituye el “otro generalizado” y no el “otro concreto” (S. Benhabib). En la medida en que las pretensiones de validez vengan fundamentadas discursivamente por aquello que todos los posibles afectados puedan aceptar, siendo ese todos un ente abstracto e impersonal, se seguirá obviando el conjunto de voces diferenciadas, cada una con su particularidad y su realidad concreta.</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-62866674367863617122010-12-09T11:54:00.004+01:002010-12-11T10:51:06.289+01:00Ich wünsche dir Zeit (Te deseo tiempo)<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Aquí os dejo una perla de <strong>Elli Michler</strong>, titulada "Ich wünsche dir Zeit" (= Te deseo tiempo). </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">La traducción al castellano está al final del <em>post</em>.</div></div><blockquote><div style="text-align: justify;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Ich wünsche dir nicht alle möglichen Gaben.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Ich wünsche dir nur, was die meisten nicht haben:</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit, dich zu freun und zu lachen,</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">und wenn du sie nützt, kannst du etwas draus machen.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit für dein Tun und dein Denken,</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">nicht nur für dich selbst, sondern auch zum Verschenken.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit – nicht zum Hasten und Rennen,</div><div style="text-align: justify;">sondern die Zeit zum Zufriedenseinkönnen.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit – nicht nur so zum Vertreiben.<a href="http://blogs.larioja.com/blogfiles/entrenosotros/228902_Tiempo11.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; height: 147px; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; width: 149px;"><img border="0" height="147" n4="true" src="http://blogs.larioja.com/blogfiles/entrenosotros/228902_Tiempo11.jpg" width="200" /></a></div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche, sie möge dir übrig bleiben</div><div style="text-align: justify;">als Zeit für das Staunen und Zeit für Vertraun,</div><div style="text-align: justify;">anstatt nach der Zeit auf der Uhr nur zu schaun.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit, nach den Sternen zu greifen,</div><div style="text-align: justify;">und Zeit, um zu wachsen, das heißt, um zu reifen.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit, neu zu hoffen, zu lieben.</div><div style="text-align: justify;">Es hat keinen Sinn, diese Zeit zu verschieben.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit, zu dir selber zu finden,</div><div style="text-align: justify;">jeden Tag, jede Stunde als Glück zu empfinden.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir Zeit, auch um Schuld zu vergeben.</div><div style="text-align: justify;">Ich wünsche dir: Zeit zu haben zum Leben!</div></blockquote><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">(<strong><u>Traducción</u></strong>: No te deseo todos los dones posibles del mundo/sólo te deseo lo que la mayoría de las personas no tienen./Te deseo tiempo para gozar y para reír;/y si lo aprovechas, que puedas incluso hacer algo de ti./Te deseo tiempo para tu hacer y para tu pensar;/y no sólo para ti, también para regalar./Te deseo tiempo, no sólo para que vayas deprisa y corriendo,/sino tiempo para que puedas estar contento./Te deseo tiempo no sólo para “pasarlo”./Deseo que te sobre tiempo para la admiración/ y tiempo para la confianza,/en vez de tiempo para sólo mirar al reloj./Te deseo tiempo para alcanzar las estrellas y tiempo para crecer,/esto es, para madurar./Te deseo tiempo para esperar de nuevo y para amar de nuevo./No tiene ningún sentido retrasar ni perder este tiempo./Te deseo tiempo para encontrarte;/y que cada día, cada hora, lo experimentes como felicidad./Te deseo tiempo también para perdonar deudas./Te deseo tiempo: ¡que tengas tiempo para vivir!.)</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-73209606754156613292010-11-30T14:47:00.007+01:002010-12-18T19:10:46.888+01:00Feuerbach: "Anfang der Philosophie" (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.payer.de/religionskritik/engels0301.gif" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" ox="true" src="http://www.payer.de/religionskritik/engels0301.gif" width="155" /></a></div><div style="text-align: justify;"><strong><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Feuerbach">Ludwig Feuerbach</a></strong> es un filósofo que, no en pocas ocasiones, ha sido interpretado como mero epígono del hegelianismo, como mero antecedente no madurado de la filosofía marxiana, o, incluso, como mero mediador entre ambos. Desde estas perspectivas, ha sido bastante común considerar a Feuerbach como un filósofo carente de un pensamiento propio, siempre en referencia con sus supuestos y antecedentes hegelianos o, según la interpretación marxista, con cierto norte al que se supone que debería llegar pero que no acabó de alcanzar.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Por otra parte, aquellos que han querido reconocer la especificidad y el carácter propositivo de Feuerbach, se han tenido que enfrentar al problema de su obra asistemática y fragmentaria. A este problema, además, se suma el hecho de que, para los lectores de lengua hispana, gran parte de las obras de Feuerbach permanecen sin traducción (no sólo al castellano, sino incluso también al inglés), sobre todo las del último período o algunos opúsculos considerados partidistamente como "menores". Quizás por ello la visión que se tiene de la filosofía de Feuerbach se reduce, en el mejor de los casos, a <em>La esencia del cristianismo</em> y su crítica al contenido teológico de la religión.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Sin embargo, el pensamiento de Feuerbach va mucho más allá del mero criticismo o de su carácter de gran formulador del denominado "humanismo ateo". Con el fin de mitigar, en parte, el desconocimiento generalizado de algunas obras ciertamente relevantes de Feuerbach (disponibles únicamente en alemán) inicio ahora, pues, una serie de posts en los que recogeré traducidos al castellano algunos de los <strong>fragmentos</strong> más relevantes de estas obras intraducidas.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">El primer escrito sobre el que me voy a centrar es el de <em><strong>Einiege Bemerkungen über den 'Anfang der Philosophie' von Dr. J. F. Reiff</strong></em> (= Algunas observaciones sobre 'El principio de la filosofía' de J. F. Reiff). El original puede leerse en <em>Gesammelte Werke</em> [ed. de W. Schuffenhauer], Tomo IX, pp. 143-153 y en <em>Werke in sechs Bänden</em> [ed. de E. Thies], Tomo III, pp. 130-140.</div><div style="text-align: justify;">-</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><strong><u>Nota</u></strong>: La traducción es siempre mía, y como no soy ni traductor ni filólogo alemán (ni pretendo serlo) pido disculpas de antemano por lo equívoco de algunas traducciones. Así mismo, el carácter complejo de la traducción es siempre culpa mía y no del peculiar estilo literiario de Feuerbach. Dado que la traducción corresponde a fragmentos de la obra (es decir, no voy a traducir la obra completa), insertaré comentarios propios (de mi puño y letra) en cursiva y paréntesis, cuando sea necesario para contextualizar las palabras de Feuerbach.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIDW0jysggigo6chLn5TD05GvABKsbS7m-LUWZvaQ3-GoGAFnKtSvYzmvQz8X2-k5zAbeL6vWHR1pc5zFNFX7RHjdrmBOau51WgbspCG2KtRhR-nR7wyJAbTGbzYeaDB59iGuFruBpdYs/s1600/separador.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIDW0jysggigo6chLn5TD05GvABKsbS7m-LUWZvaQ3-GoGAFnKtSvYzmvQz8X2-k5zAbeL6vWHR1pc5zFNFX7RHjdrmBOau51WgbspCG2KtRhR-nR7wyJAbTGbzYeaDB59iGuFruBpdYs/s1600/separador.gif" /></a></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><strong>Einige Bemerkungen über den 'Anfang der Philosophie' </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><em>.</em><br />
<em>(Feuerbach inicia su comentario al texto de Reiff</em><em> haciendo alusión a la afirmación de éste según la cual la Filosofía se diferencia de las "ciencias reales" [empíricas] en que a ésta [la filosofía] no le es dado su objeto de forma nmediata y en que no tiene determinados ni finalizados sus fundamentos ni métodos. Así, Feuerbach cita a Reiff): </em></div><div style="text-align: justify;">“La filosofía carece de premisas y presupuestos. Esta falta de premisas y presupuestos es su inicio, a partir de lo cual ella [la filosofía] se diferencia de toda las demás ciencias”.</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;"><em>(Partiendo de esta afirmación de Reiff, Feuerbach se sitúa en oposición a ésta):</em></div><div style="text-align: justify;">Pero esta determinación [de la filosofía] no es, en absoluto, tal y como la presupone [Reiff], carente de premisas ni es indudablemente cierta y libre, ni alcanza siquiera una universalidad ilimitada.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Si las “ciencias reales” han obtenido [su objeto] de una existencia real, también evidentemente su objeto y su método viene dado [...] La tarea de la ciencia por excelencia consiste en no ir más allá [<em>aufzuheben</em>] del objeto, ¡Dios nos salve! – en hacer objetivo lo que no es objetivo. Pero lo que no es objeto, no viene dado de modo evidente –toda ciencia comienza por ello sin datos, comienza sin sustrato. Pues, ¿qué es lo no-objetivo [con lo que empieza la ciencia]? [...] -Todo lo que <em>es, </em> incluida la cosa más sensible, más común, más cotidiana, en la medida en que ésta simplemente es un objeto del disfrute de la vida o de la intuición común, no de la ciencia.</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Hacer objetivo lo no objetivo, comprensible lo incomprensible, es decir, elevar algo desde un objeto del disfrute de la vida a un objeto del pensamiento, a un objeto del conocimiento – esto es un acto absoluto, un acto filosófico; el mismo acto al que la filosofía, el conocimiento mismo, debe su existencia.</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;"><em>(Ahora bien, si la ciencia no puede ir más allá, ni prescindir de los objetos de la vida, sino que incluso su tarea consiste en "hacer objetivo lo que no es objetivo" y, a su vez, esto mismo es el origen de la existencia de la filosofía misma, entonces, la consecuencia inmediata es que el inicio de la ciencia por excelencia es el mismo que el inicio de la filosofía): </em></div><div style="text-align: justify;">La filosofía es la madre de la ciencia.</div><div style="text-align: justify;">.</div><div style="text-align: justify;">Pues si el inicio del conocimiento filosófico y científico es originariamente uno y el mismo acto, entonces la filosofía tiene evidentemente, desde el comienzo, la tarea de acordarse de este origen común y, consecuentemente, de empezar no en diferencia con el empirismo (científico) sino, más bien, en identidad con el mismo.<br />
.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">¿Pero cómo llega la filosofía al empirismo? ¿Apropiándose simplemente de los resultados del empirismo? ¡No! Únicamente reconciento la actividad empírica también como una actividad filosófica –reconociendo también que el ver es pensar, que los órganos sensibles son también órganos de la filosofía. La nueva filosofía se diferencia simplemente de la filosofía escolástica en la medida en que ella asocia de nuevo la actividad empírica con la actividad del pensamiento, en que ella alza frente al pensamiento separado de las cosas reales la máxima “<em>Duce sensu philophandum esse</em>” [=debe filosofarse bajo la experiencia de los sentidos].<br />
.<br />
La filosofía no surge inicialmente donde acaba la realidad; más bien empieza con la realidad.<br />
.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">La filosofía debe comenzar con su antítesis, con su <em>alter ego</em>; de lo contrario ella siempre permanece parcialmente en lo subjetivo, siempre en el Yo.<br />
.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">(<a href="http://homo-homini.blogspot.com/2010/12/feuerbach-anfang-der-philosophie-ii.html">To be continued...</a>)</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-53072217329912140732010-11-27T20:28:00.002+01:002010-11-27T20:31:54.071+01:00Alemania: "Modelo, socio, rival"<div style="text-align: justify;">No me resisto a reproducir aquí el <a href="http://www.elpais.com/articulo/internacional/Modelo/socio/rival/elpepuint/20101126elpepiint_3/Tes">artículo de opinión de <strong>José Ignacio Torreblanca</strong></a> que apareció en <strong>El País </strong>del pasado viernes (26-11-2010) con el título de "Modelo, socio, rival":<br />
.<br />
<span style="font-family: inherit;">--------------------------------</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Durante la Transición, Alemania fue el modelo. Por eso, nuestra ordenación territorial, aunque la llamemos "autonómica", se parece mucho a su estructura federal. También nuestro contrato social, que combina una economía de mercado abierta con un Estado de bienestar avanzado, se inspiró en su modelo de economía social y de mercado. Incluso el protagonismo que nuestra Constitución concede a empresarios y sindicatos tiene una fortísima conexión con el modelo de capitalismo renano. De la misma manera, nuestro europeísmo, expresión de la sustitución del nacionalismo español por el patriotismo europeo, también tiene mucho en común con la ruta europea transitada por la política exterior de Alemania, un país donde la asociación entre nacionalismo y autoritarismo también ha dejado una profunda huella. Tampoco es difícil ver las conexiones entre el pacifismo de la sociedad española y la alemana, ambas como respuesta a un militarismo de trágicas consecuencias (uno hacia adentro, otro hacia fuera). Y conocido es también el importantísimo papel jugado en España por las fundaciones de los partidos políticos alemanes. El resultado de todo esto es que, al contrario que franceses o británicos, que han podido pasear su orgullo nacional sin complejos, españoles y alemanes siempre se han visto obligados a mirar sus intereses nacionales a través del prisma de la integración europea. Allí, si querías ser buen alemán, tenías que ser primero buen europeo; aquí, la bandera europea en la que nos hemos envuelto ha mitigado nuestros severos problemas de identidad.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">De modelo, Alemania pasó a ser socio. Y uno de primer nivel, quizá el más importante que España haya tenido nunca. Esto se debió a dos elementos. Uno, la visión estratégica de Felipe González, que con razón intuyó que era más fácil colarse en el eje franco-alemán por la ventana (alemana) que por la puerta (francesa). Dos, que además de todas las afinidades entre Alemania y España, entre las dos no existía ningún problema bilateral que entorpeciera la agenda (como Gibraltar con Londres o la agricultura y el terrorismo con París). Los socios se respetan y se apoyan, hasta el punto de que sus intereses se acaban solapando. González apoyó a Kohl con ocasión del despliegue de los euromisiles en Alemania; Kohl apoyó la entrada de España en la Comunidad Europea. González ofreció a Kohl su apoyo incondicional en el momento de la unificación alemana y la unión monetaria; Kohl accedió a cambio a un incremento significativo de los fondos estructurales y de cohesión y a la inclusión de la ciudadanía europea en el Tratado de Maastricht. España apoyó a Alemania cuando esta embarcó a la UE en el proceso de ampliación al Este; Alemania accedió a financiar la nueva política mediterránea de la UE que España lideraría. Y así sucesivamente: "Hoy por ti, mañana por mí".</span><br />
<span style="font-family: inherit;">De la simbiosis a la rivalidad, coincidiendo con Schröder y Aznar. Schröder miraba hacia Reino Unido, intentando seducir a Blair con su propuesta del "nuevo centro", cuyos tonos liberales bien podrían haber captado el interés de los populares españoles. Pero Alemania estaba en crisis, empachada por el esfuerzo financiero de la reunificación y, en consecuencia, intentando sacudirse el compromiso de ser el bolsillo sin fondo de la integración europea. "Europa es cuando todo el mundo se pone de acuerdo y Alemania paga", era el chiste que corría por las capitales. Pero en lugar de apoyar a una Alemania en dificultades, especialmente cuando a España le iba económicamente muy bien, cometimos el error de apretar demasiado las tuercas a Alemania durante las negociaciones del presupuesto europeo y, lo que es peor, presumir de ello y darles lecciones en público sobre reformas económicas, como hizo Aznar. Por aquella grieta, que desencadenó un famoso artículo en Die Zeit dedicado a Aznar titulado "El europeo fastidioso", se comenzó a deshilachar la solidaridad entre ambos países. A la soberbia de Aznar se ha sumado la pasividad de Zapatero, que no ha dedicado tiempo a reconstruir la relación con Alemania, mucho más estratégica que toda la pléyade de relaciones bilaterales de segunda importancia a las que el ministro Moratinos dedicó siete años de diplomacia y millones de kilómetros.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">España ha estado demasiado tiempo ausente de Alemania. Ahora, las consecuencias están a la vista de todos. El euro está al borde del colapso y los puentes, políticos y psicológicos, entre Madrid y Berlín están rotos. Agitamos los brazos, pero no salimos en su radar. Urge, pues, una reorientación radical de nuestra agenda diplomática hacia Berlín, que es, hoy por hoy, donde se juega nuestro futuro como país.</span><br />
-----------------------------</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-82785469716837045092010-11-25T11:50:00.005+01:002010-11-25T12:56:30.951+01:00Democracia deliberativa y poder comunicativo (II)<div align="justify"><a href="http://users.jyu.fi/~rakahu/salainen/ICEL3.gif"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 248px; FLOAT: left; HEIGHT: 253px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://users.jyu.fi/~rakahu/salainen/ICEL3.gif" /></a>Desde las premisas fundamentadas en la ética del discurso, <strong>Habermas</strong> introduce una idea que toma especial relevancia en el momento de la inserción sociológica del modelo normativo de política deliberativa: el concepto de <strong>racionalización</strong>, cuyo significado es más que el de una mera legitimación y menos que constitución de poder. Se desarrolla así la idea de que los procedimientos comunicativos de la formación democrática de la opinión y de la voluntad funcionan como el principal medio para la racionalización discursiva de las decisiones de un gobierno y de una administración que se encuentran sujetos al derecho y a la ley. Habermas nos presenta un sistema político entendido como subsistema especializado en la toma de decisiones, mientras que las estructuras comunicativas del espacio público se perciben como una extensa red de sensores que reaccionan ante la presión de los problemas que afectan a la sociedad en su conjunto y que, además, estimulan la generación de opiniones influyentes. Lo que se pretende explicar así es cómo una <strong>opinión pública, transformada en poder comunicativo mediante procesos democráticos</strong>, puede dirigir el uso del poder administrativo hacia determinados canales, pero no ser ella, la opinión pública, la que ejerza tal poder. La formación pública de la opinión y la voluntad, que termina en resoluciones acerca de políticas y leyes, ha de llevarse a cabo a través de formas de comunicación que hagan valer el principio de discurso teniendo en cuenta dos aspectos: por un lado ha de <strong>clarificar</strong> las contribuciones, los temas, las razones y las informaciones, con la finalidad de que los resultados que se alcancen obtengan una <strong>aceptabilidad racional</strong>; pero a su vez, ese carácter discursivo de la formación de la voluntad en el espacio público tiene que <strong>establecer relaciones de entendimiento</strong> que fomenten la fuerza productiva que representa la libertad comunicativa. El poder comunicativo propio de las convicciones comunes surgirá, pues, de aquellas estructuras basadas en la intersubjetividad.</div><div align="justify">.<br />Podemos apreciar, de este modo, que la efectividad del modelo de la democracia deliberativa de Habermas se hace recaer sobre <strong>procesos informales</strong>, los cuales presuponen la existencia de una fuerte y arraigada cultura cívica. Se mantiene el principio de la representación parlamentaria, el principio de la mayoría, los partidos políticos, etc., y a su vez se pone el acento en la esfera pública, asentada en la <strong>sociedad civil</strong>, que está constituida por aquellos espacios autónomos y espontáneos en los que surgen la opinión pública informal, las organizaciones cívicas y todo lo que, influyendo desde fuera, evalúa y critica a la política. En definitiva, son los <strong>actos comunicativos</strong> los que configuran escenarios en los que puede tener lugar una formación más o menos racional de la opinión pública y de la voluntad acerca de temas que resultan relevantes para el conjunto de la sociedad y sobre materias que requieren de alguna regulación. Y través de estos actos, fundamentados en una voluntad de entendimiento, es como se produce un <strong>poder comunicativamente generado capaz de transformarse en poder utilizable administrativamente</strong>.<br />.<br /><a href="http://freeandopen.ucoz.com/deliberative00.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 262px; FLOAT: right; HEIGHT: 174px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://freeandopen.ucoz.com/deliberative00.jpg" /></a>Efectivamente, al concepto discursivo de la democracia le corresponde la imagen de una sociedad descentralizada que, a través de la <strong>emergencia del espacio público</strong>, se transforma en una plataforma diferenciada para la percepción, la identificación y la deliberación de los problemas que acucian al entramado de la sociedad. La esfera o espacio de la opinión pública no ha de ser entendido como institución, y tampoco como organización; no constituye un entramado de normas que regulan las condiciones de pertenencia, ni representa un sistema. El <strong>espacio de la opinión pública</strong>, pues, sólo cabe ser descrito como <strong>una red propicia para la comunicación</strong> de contenidos y de tomas de postura, esto es, de opiniones. Lo que permite y asegura una inclusión adecuada de los implicados es la circulación de mensajes inteligibles, provocadores e inspiradores de la atención, de modo que la conformidad ante las diversas contribuciones y los diferentes temas tiene lugar como resultado de la controversia, más o menos intensa, en la que las informaciones, las iniciativas, las proposiciones y los razonamientos puedan ser procesados y elaborados de una manera más o menos coherente. Los logros obtenidos por la comunicación pública han de ser evaluados conforme a criterios formales que conciernen a la producción de una opinión pública cualificada y reconocida, dado que si las estructuras de una opinión pública se encuentran sometidas por el influjo de relaciones de poder, esto supondría un impedimento para el libre ejercicio de discusiones comunicativamente relevantes. Pues un espacio público político definido en términos habermasianos sólo puede cumplir su función de reconocer los problemas concernientes a la sociedad y de ser capaz de tematizarlos, en <strong>la medida en que se sienta libremente implicado en los contextos de comunicación de aquellos que se encuentran potencialmente afectados</strong>.<br />.</div><div align="justify">Por ello, el aspecto decisivo sobre el que se mueve el modelo de política deliberativa reside en la robustez que ha de poseer la <strong>sociedad civil</strong>, así como en su capacidad para llevar a cabo la problematización y el procesamiento público de todos los asuntos que afectan a la sociedad y a sus ciudadanos, para lo que se necesita que éstos se responsabilicen de su propio destino en común y que reflexionen acerca de la sociedad y de sus condiciones, al margen de coacciones que puedan ser impuestas por parte de un poder superior. </div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-12539923397236287582010-11-09T18:00:00.007+01:002010-11-09T18:19:28.404+01:00Neurociencia: ¿Somos conscientes de nuestras funciones mentales?<div align="justify">Aquí os dejo la segunda conferencia impartida por F. J. Rubia Vila en el marco del Ciclo de Conferencias "Cerebro, mente y conciencia: nuevas orientaciones en neurociencia". Sigo reservándome mis opiniones (escépticas y críticas) en lo referente al tema éste, tan en boga, de la neurociencia... :P</div><div align="justify"></div><br /><br /><div align="justify">Podéis seguir las diapostivas de esta conferencia en el <a href="http://www.colegiodeemeritos.es/docs/repositorio//es_ES//conf_2_rubia_vila_pp_(inconsciencia).pdf">siguiente enlace</a>.</div><div align="justify"></div><br /><br /><object width='440' height='85'><param name='movie' value='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v10.swf'></param><param name='flashvars' value='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2010-11-05T05_21_44-07_00%3Ffoo%3Dbar%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85'></param><param name='allowFullScreen' value='true'></param><param name='allowscriptaccess' value='always'></param><embed src='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v10.swf' flashvars='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2010-11-05T05_21_44-07_00%3Ffoo%3Dbar%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85' type='application/x-shockwave-flash' allowscriptaccess='always' allowfullscreen='true' width='440' height='85'></embed></object>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-35756892334436918512010-11-03T19:47:00.011+01:002010-11-25T13:01:22.726+01:00Democracia deliberativa y poder comunicativo (I)<div align="justify"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/J%C3%BCrgen_Habermas"><strong><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 193px; FLOAT: right; HEIGHT: 233px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://redaccion.nexos.com.mx/wp-content/uploads/2010/05/Juergen.jpg" />Jürgen Habermas</strong></a> desarrolla un <strong>modelo normativo de democracia</strong> en el que se incluye un procedimiento <em>ideal</em> de deliberación y toma de decisiones: el modelo de la <strong>política deliberativa</strong>, cuyo propósito reside en extender el uso público de la palabra y, con ello, el de la razón práctica, a aquellas cuestiones concernientes a la buena ordenación de la sociedad. La generación de un poder legítimo por medio de la política deliberativa representa, por tanto, un procedimiento para resolver problemas con el fin de programar la regulación de los conflictos y la persecución de fines colectivos. De manera que el núcleo de la política deliberativa se encuentra en una red de discursos y formas de negociación que tienen como fin <strong>posibilitar la solución de cuestiones pragmáticas, morales y éticas</strong>. </div><div align="justify">.<br />El concepto de una política deliberativa sólo cobra una referencia empírica cuando se tiene en cuenta la pluralidad de formas de comunicación en las que se configura una voluntad común, esto es, no sólo mediante la <strong>autocompresión ética</strong> (= de la forma de vida propia), sino también por medio de acuerdos de intereses y compromisos, mediante la <strong>elección racional de medios</strong> en relación a un fin, las <strong>fundamentaciones morales</strong> y la comprobación de lo coherente desde el <strong>punto de vista jurídico</strong>. La propuesta de Habermas puede ser considerada como un tercer modelo democrático (en relación con la concepción comunitarista/republicana del Estado concebido como una comunidad ética, así como en relación con la concepción liberal del Estado concebido como guardián de la sociedad centrada en el subsistema económico) que se apoya en las condiciones comunicativas bajo las cuales el proceso político tiene para sí la presunción de producir resultados racionales porque es llevado a cabo en toda su extensión de una manera deliberativa.</div><div align="justify">.</div><div align="justify">Pero a pesar de poder ser considerada como un tercer modelo de democracia, la teoría discursiva habermasiana <strong>asume elementos tanto de la concepción liberal como de la concepción republicana</strong> (comunitarita), y los integra en el concepto de un procedimiento <em>ideal</em> para la deliberación y la toma de decisiones. Cabe preguntarse ¿dónde radica pues la novedad habermasiana? El proceso democrático propuesto genera una conexión interna entre negociaciones, discursos de autocomprensión y discursos referentes a la justicia, y cimenta la presunción de que bajo condiciones ideales de argumentación, a modo de idea regulativa, se alcanzan resultados racionales o equitativos. La razón práctica se repliega desde la noción de los derechos universales del ser humano a aquellas reglas del discurso y formas de la argumentación que toman su contenido normativo de la base de validez de la acción orientada al entendimiento intersubjetivo. </div><div align="justify">.<br />Por tanto, para Habermas la política no consiste sólo en cuestiones referentes a la autocomprensión ética, pues en las condiciones de un pluralismo social y cultural hay con frecuencia intereses y orientaciones valorativas que entran en conflicto. Tales intereses requieren de un acuerdo o de un compromiso que, según Habermas, no ha de alcanzarse a través de discursos éticos, sino que el acuerdo sobre intereses se debe llevar mediante un discurso racional centrado en el <strong>principio de la imparcialidad</strong> y en el que la práctica argumentativa ponga en marcha una competición cooperativa que se proponga encontrar los mejores argumentos; competición que une a los participantes en el orientarse al objetivo del <strong>entendimiento</strong>. Así, aunque la búsqueda del compromiso no excluirá en modo alguno el poder ni la acción estratégica, la equidad del compromiso alcanzado se medirá, en última instancia, conforme a procedimientos que necesitan de <strong>justificación racional o normativa desde el punto de vista de la justicia</strong>. </div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-47465848912762566872010-10-19T20:48:00.009+02:002010-11-09T18:18:32.343+01:00Neurociencia: ¿Crea el cerebro la realidad?<div align="justify">Inicio ahora una nueva serie de <em>posts </em>sobre unas conferencias (en audio) impartidas por F. J Rubia Vila sobre el tema -tan de moda- de la Neurociencia y la Neuroética. Para que conste: Yo soy muy muy escéptico al respecto y, mi opinión personal es que esta perspectiva reduccionista de la realidad del ser humano recuerda -con mucho- a discusiones ya excesivamente manidas, típicas del siglo XIX (biologismo reduccionista, cientificismo, positivismo, usw.). Pero, en cualquier caso, no deja de ser un tema interesante...</div><div align="justify"></div>.<br />Podéis seguir las diapostivas de esta conferencia en el <a href="http://www.colegiodeemeritos.es/docs/repositorio//es_ES//conf_1_rubia_vila_pp_(realidad).pdf">siguiente enlace</a>.<br /><br /><object width='440' height='85'><param name='movie' value='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v10.swf'></param><param name='flashvars' value='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2010-10-19T11_30_52-07_00%3Ffoo%3Dbar%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85'></param><param name='allowFullScreen' value='true'></param><param name='allowscriptaccess' value='always'></param><embed src='http://ximo1982.podomatic.com/swf/joeplayer_v10.swf' flashvars='jsonLocation=http%3A%2F%2Fximo1982.podomatic.com%2Fentry%2Fembed_params%2F2010-10-19T11_30_52-07_00%3Ffoo%3Dbar%26color%3D43bee7%26autoPlay%3Dfalse%26width%3D440%26height%3D85' type='application/x-shockwave-flash' allowscriptaccess='always' allowfullscreen='true' width='440' height='85'></embed></object>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-72145213997925723812010-10-16T12:04:00.004+02:002010-11-25T13:15:28.315+01:00Estrategias del mal gusto (V): ¿Qué entiendo por 'obsceno'?<div align="justify">Atributo ineludible de la pornografía, lo obsceno es repetidamente vinculado a lo impúdico y disociado infaliblemente de lo erótico. Sin embargo, remitámonos a la etimología: obsceno se ha hecho derivar del latín <em>ob scene</em> > <em>obscenus</em>, que significa “lo que está fuera de la escena” y, por extensión, lo que ofende al pudor y no puede presentarse al público, lo que debe permanecer oculto, privado, nunca público ante la repugnancia que provoca en el espectador. Sin embargo, ¿se puede negar que es esa “repugnancia” lo que atrae a muchos individuos, bien libidinosamente, bien intelectualmente? ¿Acaso no ejerce una poderosa atracción lo prohibido y lo “pecaminoso”? ¿O hay que aceptar, lo que ya es común, que la pornografía es obscena y que obscenidad es indecencia sexual? En este segundo supuesto, nuevos interrogantes se nos revelan: ¿qué es la indecencia, y aún más, y sobre todo, qué supone la indecencia sexual? Si se mantiene un respeto a los principios de una moralidad considerada desde la perspectiva de la eticidad (en sentido hegeliano), si no se daña ninguno de esos principios establecidos por cada comunidad humana, ¿cómo puede decirse que la pornografía es indecencia? Ese respeto a la moral sexual, hija de los contenidos y estructuras políticas y sociales de cada cultura y Estado concreto, ¿en qué sentido específico hemos de entenderla? O para ser más concretos, si tanto se dice que lo obsceno es sucio, ¿quién define qué es sucio y qué limpio? ¿Qué es eso de suciedad?</div><div align="justify">.<br />No puedo, pues, más que rebelarnos antes los detractores de la pornografía, que se mueven entorno a ideas confusas cuando no deliberadamente retorcidas y adaptadas a sus intenciones. Pero el problema es aún más complicado. El origen etimológico de la palabra pornografía (del griego <em>porne</em>, “prostitución, mujer pública”; y <em>grapheis</em>, “escribir, descripción”) justifica ampliamente la primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española: “Tratado acerca de la prostitución”. Pero, ¿cuántas obras acusadas de pornográficas caben dentro de esta acepción? Probablemente, ninguna. Está claro, pues, cuánto se equivocan aquellos que llaman pornográfico a todo lo que trata abiertamente las cuestiones o las relaciones sexuales, cuya gradación es inmensa; llamar pornográfico a un mero encuentro sexual descrito sin omisión de detalles es confundir lamentablemente las cosas. ¿Y qué decir si aplicamos la segunda acepción que da el diccionario? “Carácter obsceno de obras literarias o artísticas”. Como ya hemos visto, lo peligroso es fijar la frontera, ese movedizo límite donde termina presumiblemente lo artístico y empieza (no menos presumiblemente) lo obsceno.</div><div align="justify">.<br />Y, sin embargo, aún prevalece la idea de que, mientras el erotismo es elegante, seductor y sublime, la pornografía posee una naturaleza sórdida e injustificable, por pretendidamente obscena (siempre remitiéndonos a su significado amplio, nada que ver con la “prostitución”).<br />.<br />No puedo más que reproducir las palabras de <strong>Théodore Schroeder</strong>, para quien la obscenidad no se encuentra en ningún libro ni representación alguna, sino que supone “una cualidad de la mente que lee o mira”, una cualidad de esa mirada que he denominado 'sensible' (pusilánime). La pornografía, pues, se halla así no tanto en las cualidades del objeto sobre el que se aplica como en la actitud de quien lo juzga; pues existen tantos tipos de obscenidades como hombres para calificarlos. Y aún se afirma, desde los cánones de nuestro mundo, que la pornografía no puede ser considerada como parte integrante de ninguna disciplina artística; constantemente se dice que representa el mal gusto cuando lo cierto es que no solo no se explia qué se entiende por tal cosa, sino que, además, a estas dos palabras se les otorga cualidades casi metafísicas al plantearlas como Ideas que gravitan por encima de una conciencia universal, de un sentido común invariable. Atribuir a un producto humano (película, libro, cuadro,…) los adjetivos de bondad o maldad del gusto no es sino volver a ese campo tan oscuro de las apreciaciones personales, que no se fundamentan en criterios estéticos objetivos sino en prejuicios de orden moralista entorno a la exposición y difusión de temáticas que, para miradas 'sensibles' y mojigatas, dañan la dignidad humana hasta deteriorarla. </div><div align="justify">.<br />Y si reconocemos que el mal gusto existe (no queremos ponerlo en duda), no es menos cierto que sea necesario decir si es un “mal gusto” de uno o varios individuos, y cuáles son los criterios que hacen que lo malo sea desdeñable respecto a eso que se nos afirma como bueno. </div><div align="justify">.<br />Concluyo reconociendo, ciertamente, que tanto pornografía como obscenidad pueden llegar a tener cierta sinonimia en el sentido de que son cosas que nadie quiera ver, o que son prácticamente desagradables. Y aunque la existencia de lo obsceno como categoría es innegable, aquello que se manifiesta como tal ante el espectador lo es siempre por provocativo, por atacar (deliberadamente, o no) la valores mediatizados y contextualizados de cada individuo, sociedad y cultura. Por lo tanto, el criterio de la obscenidad no puede ser sino <strong>subjetivo</strong>, pues nada es obsceno en sí, fuera del observador humano. Pornografía, erotismo, obscenidad, buen y mal gusto… términos relativos y, en ocasiones tan difusos que las diatribas en nombre de la moral (o algo semejante) impuesta por sectores interesados no son sino vulgares excusas con las que imponer un orden establecido de pareceres. </div><div align="justify">.<br />Lamentable asociación de lo obsceno, pues, con el carácter intrínsecamente humano del sexo, el placer y la libido… Si hay algo realmente obsceno, no lo es nunca por cómo se representa el objeto en su obviedad (ni siquiera el qué en el caso del sexo explícito, la cópula o la masturbación), sino la apología de lo indefendible, la violencia sin sentido, los atentados directos contra la dignidad humana, la ausencia de diálogo, el recurso sistematizado de la fuerza en la mediación de conflictos, las políticas que no hacen sino acrecentar las desigualdades, las injusticias manifiestas y las silenciadas, … Todo ello obsceno por atentar contra una moral que, esta vez sí, posee pretensiones legítimas de universalidad por su “construcción” progresiva y dialógica. </div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-53593184184142672582010-10-01T21:37:00.004+02:002010-10-01T21:47:43.299+02:00Religión, violencia y paz<div align="justify">Ayer, gracias al blog de JRN, <a href="http://ruiz-noe.blogspot.com/">Sitgmae</a>, se difunde no sólo la revista <a href="http://www.conspiratio.com.mx/conspiratioo/">Conspiratio</a>, sino que también hemos podido recuperar un diálogo ciertamente interesante entre Paul Ricoeur y Hans Küng. El diálogo entre ambos pensadores es presentado por la mencionada revista en los siguientes términos:</div><div align="justify"><blockquote><div align="justify">A finales del siglo XX y lo que va del XXI, muchas violencias se han cometido en nombre de Dios o de una ideología, substituto moderno de la deidad. De cara a esta realidad, Hans Küng ha consagrado los últimos años a la creación de un Parlamento de las Religiones del Mundo que, en septiembre de 1993, se reunió en Chicago. De ese encuentro ecuménico salió el Manifiesto por una ética global. El filósofo Paul Ricoeur se reunió en 1996 con Küng en París para discutir con él los alcances y limitaciones de esa propuesta ética. La presente conversación fue trasmitida por el canal francoalemán Arte y publicada en el número 5 de la Revue de l’Amitié Judéo-Chrètienne de France. </div></blockquote>Si os interesa el tema (altamente recomendable), aquí tenéis recogido la susodicha conversación:</div><div align="justify"></div><div align="justify">.</div><div align="center"><a href="http://www.conspiratio.com.mx/conspiratioo/?page_id=612"><strong>Diálogo Ricoeur/Küng</strong></a><strong>.</strong></div><div align="justify"></div><div align="justify">.</div><div align="justify">¡Gracias, pues, a JRN y a la revista Conspiratio!</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-39554378012496129942010-09-23T22:37:00.008+02:002010-09-24T19:16:10.882+02:00De la "nacionalización" liberal del Estado español<div align="justify">Hoy se cumplen los 200 años de un hecho histórico de gran relevancia para ese concepto de "Nación" sobre el que se sustenta cierto retrógrado sentimiento de españolidad (a buen entendedor...). Yo, para bien o para mal, carezco totalmente de ese sentimiento identitario, y prácticamente de cualquier otro con connotaciones "nacionalistas", del corte que sea. Lo cual, quizás, podría bien matizar si así lo requiere la concurrencia.</div><div align="justify">.</div><div align="justify"><a href="http://luisprofehistoria.files.wordpress.com/2009/11/cortes_cadiz1.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 279px; FLOAT: right; HEIGHT: 185px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://luisprofehistoria.files.wordpress.com/2009/11/cortes_cadiz1.jpg" /></a>Sea como fuere, ese hecho al que me refiero es el siguiente: el <strong>24 de Septiembre de 1810</strong> fueron juradas las <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cortes_de_C%C3%A1diz"><strong>Cortes de Cádiz</strong> </a>en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo, en San Fernando, momento que culminaría con la <a href="http://es.wikisource.org/wiki/Constituci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_de_1812"><strong>Constitución de 1812</strong> </a>(conocida como "la Pepa" por aprobarse el día de San José, 19 de Marzo), e iniciándose así el proceso de creación de la Nación española (sí, sí. En este momento, y no antes. ¡No como nos hacía creer el espíritu fascistoide, situando su inicio en la época de los Reyes Católicos!)<br />Con motivo de tal efeméride, permitidme pues algunas reflexiones sobre la formación de la Nación española, entendida ésta <strong>como sujeto y objeto del Estado liberal español</strong>.</div><div align="justify">.</div><div align="justify">El primer aspecto a destacar en la creación del estado nacional español, es que ésta se enraíza en el <em><strong>proceso revolucionario</strong></em> que se inicia el susodicho <strong>24 de septiembre</strong> de 1810, cuando las <strong>Cortes de Cádiz</strong> se proclaman depositarias de la soberanía de la Nación española en tanto que representantes de ésta. Es en este momento cuando el <strong>proyecto de un estado liberal y burgués español</strong> adquiere consistencia, haciendo suyo el <strong>concepto de nación</strong> y presentándose en oposición a los privilegios feudales y proclamando, en su lugar, la defensa de los conceptos de “<strong>derecho</strong>” y “<strong>ciudadanía</strong>”. Esto es: la defensa de unas pretendidas libertad e igualdad (frente al orden social, económico y político tardo-feudal) que supo atraer a extensos sectores populares y dirigir la <strong><a href="http://servicios.elcorreo.com/especiales/guerra-de-la-independencia-1808/index2.htm">lucha contra la invasión napoleónica</a></strong>.</div><div align="justify">.<br />En esencia, este proceso revolucionario lo es en tanto que supone una intención de ruptura con el Antiguo Régimen, con el privilegio y los derechos feudales, <strong>declarando</strong> <strong>la soberanía de la Nación frente a la Monarquía</strong>. Así, la Nación no sólo es el <strong>sujeto</strong> encargado de la creación del nuevo Estado liberal español, sino que el <strong>objeto</strong> que precisamente pasa a constituir dicho Estado es la misma Nación.<br />.<br />El Estado liberal nacionaliza la soberanía y todas aquellas actividades y realidades necesarias para su consecución, creando un mercado nacional, nacionalizando la tierra y consolidando una nueva clase de propietarios como protagonistas del proceso en tanto que “clase nacional”. Así, el Estado liberal y el concepto de nación española <strong>se sustentan en una clase de propietarios</strong> (de la tierra, principalmente), que da respuesta a las seculares aspiraciones sobre la propiedad de ésta, creándose <strong>fuertes antagonismos</strong> que afectan a todos los territorios de la monarquía: primero entre los señores feudales y el pueblo (por la abolición de los señoríos, durante las Cortes de Cádiz y el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Trienio_Liberal">Trienio Liberal</a>), y después entre los señores y la Nación (desde 1837, en el sentido en que la nación española se sustenta en una nación de propietarios). </div><div align="justify">.<br />Durante todo el proceso revolucionario, el concepto de nación, pues, no fue sino un medio para transformar las posesiones en manos muertas en bienes nacionales, con el fin último de <strong>privatizar</strong> tales bienes y crear y desarrollar esa clase de propietarios que es la base del Estado liberal. Así, en este proceso de <strong>nacionalización</strong>, las tierras se expropian y privatizan en todo en territorio, se subastan como “bienes nacionales”, y se adoptan otras diversas medidas con el fin de crear un espacio nacional que permita el desarrollo de un <strong>mercado de carácter capitalista</strong>: un mercado nacional en tanto que constituido de modo soberano por la nación creada, y que define la libertad como organización del sistema productivo y la igualdad de criterios para la circulación de intereses. En consonancia, pues, con el Estado liberal. </div><div align="justify">.</div><div align="justify">Este mercado nacional capitalista, por otra parte, necesita de una <strong>ordenación jurídica centralizada</strong> del Estado, única para todo el territorio político, que pretende romper con la variedad de “derechos” anteriores a 1812 y que las clases tradicionalmente privilegiadas defienden frente a las medidas nacionalizadoras a fin de preservar, en lo posible, la antigua sociedad feudal. Por ello, el Estado liberal creado es <strong>nacionalizador, nacionalista, centralizador y centralista por definición</strong>.<br />.<br />Las diferencias ideológicas y los distintos posicionamientos frente a este ordenamiento centralista del poder parecen diluidos, en un primer momento, ante la inicial labor de abolir los poderes del Antiguo Régimen, uniéndose bajo una misma causa las clases burguesas, los nuevos propietarios y las esperanzas de las clases populares. Sin embargo, el <strong>dogmatismo centralista</strong> y el <strong>concepto restringido de nación</strong> que se impuso (varones adultos con derecho a voto, propietarios o con un mínimo elevado de renta), dieron pie tempranamente a las divergencias y a los modelos federalistas que, sin romper la unidad política y económica del modelo liberal, daban cobijo a todas aquellas aspiraciones no cumplidas. </div><div align="justify">.<br />Ante esta situación, los <strong>pronunciamientos locales</strong> que se produjeron a lo largo de todo el siglo XIX, se erigieron, paradójicamente, en defensa de cierto nacionalismo español inspirado en las ideas liberales, trascendiendo lo local y reclamándose legitimados en interés de la soberanía nacional. Así, esta autofundamentación de los pronunciamientos locales en lo nacional se debe a la tradición y el recuerdo de las Juntas y al interés de consolidar su apoyo por parte de una población que, tras la lucha contra la invasión napoleónica, ya tiene en gran medida asumida su pertenencia a la nación. Y esta <strong>conciencia nacional</strong> no hace sino aumentar con los movimientos de protesta de las clases populares contra las <em>quintas</em> y los <em>consumos</em>, apelando también a su carácter nacional, y con la labor de los intelectuales partícipes del proceso revolucionario. </div><div align="justify">.<br />A pesar de la conciencia nacional creada, los distintos intereses unidos antes contra el Antiguo Régimen en movimientos claramente antifeudales, se separaron inevitablemente ante un proyecto de Estado liberal que, si bien pudo crear dicha conciencia nacional, no supo (no pudo, o no quiso) dar respuesta a las aspiraciones de los distintos sectores que antes se aglutinaban bajo un mismo proyecto. Así se entienden la sublevación antiburguesa de los campesinos, las guerrillas carlistas (absolutistas) o las formas tempranas de republicanismo. Y aún así, las pretensiones nacionales de estos movimientos se mantuvieron.<br />.<br />Con la <a href="http://es.wikisource.org/wiki/Constituci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_de_1837"><strong>Constitución de 1837</strong></a> el proyecto de Estado liberal llega finalmente a su punto sin retorno, si bien a costa de fuertes <strong>recortes democráticos</strong> y abandonándose el espíritu de 1812. Sin realizarse el reparto de las tierras prometido, con el problema de la propiedad de las tierras relegado a los tribunales, y el beneficio incontestable de las “clases medias” ahora propietarias, las divisiones entorno a las medidas “nacionalizadoras” y centralizadoras parecen irreconciliables, pues la lucha no se dirige ya contra el sistema feudal. El pronunciamiento en 1840 a favor de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Baldomero_Espartero"><strong>Espartero</strong></a> y en contra de la regente <strong>María Cristina</strong>, protagonizado por los ayuntamientos de las capitales, reivindica, frente a un modelo que favorece a las clases propietarias, una auténtica democratización del Estado liberal, manteniendo su carácter nacional pero ahondando por primera vez en propuestas de <strong>soberanía federativa</strong>. Pero las nuevas aspiraciones sociales de carácter ahora territorial no fueron satisfechas por la regencia de Espartero y el modelo centralista jerarquizado del Estado se impuso definitivamente, abortando cualquier otra forma de organización nacional.<br />.<br />El <strong>republicanismo federal</strong> adquiere, entonces, consistencia, adhiriéndose a éste los amplios sectores sociales que se ven decepcionados por el liberalismo progresista. En <strong>septiembre de 1868</strong> el movimiento juntero, mediante sucesivos <strong>pronunciamientos</strong>, apuesta ahora, pues, por este federalismo, mayores índices de democracia y las medidas incumplidas que contemplaba la Constitución de 1812. Y una vez más las aspiraciones quedaron truncadas en la <strong><a href="http://es.wikisource.org/wiki/Constituci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_de_1869">Constitución de 1869</a></strong>, en beneficio, una vez más, de la clase de propietarios, quienes dirigieron el proceso en cada una de las provincias. </div><div align="justify">.<br />Finalmente, el concepto de nación española se escindió definitivamente en el <strong><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sexenio_Democr%C3%A1tico">Sexenio Democrático</a></strong>, cuando la anterior unión de intereses se hizo inviable: las clases populares, sobre todo urbanas, reivindican una auténtica democracia, el reparto de la propiedad agraria, la retribución sobre la riqueza y rentas, el acceso a cargos públicos, y la distribución del poder entre los territorios. Estas aspiraciones serán recogidas durante la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Rep%C3%BAblica_Espa%C3%B1ola"><strong>primera experiencia republicana</strong></a> del Estado español (1873-1874), siendo característico el fenómeno del cantonalismo, si bien se mantuvo en todo momento el ya consolidado concepto de nación: se pretendía esta organización del territorio para toda la ciudadanía española.<br />.<br />En resumen, podemos constatar que el proyecto nacional español como soporte del Estado liberal respondía a los intereses de las emergentes “clases burguesas” locales que habitaban la heterogeneidad de territorios que conformaban la monarquía española, y que necesitaban transcenderse a lo nacional para poder dar respuesta a sus aspiraciones. </div>.<br /><div align="justify">En un primer momento, cuando los esfuerzos se dirigieron a acabar con el antiguo sistema social de privilegios feudales, la diversidad de intereses, expectativas y aspiraciones quedaron unidos por un proyecto común. Pero cuando, a lo largo del siglo XIX, el desarrollo desordenado de un capitalismo incipiente, las patentes desigualdades sociales y geográficas, y las distintas aspiraciones territoriales provocaron cada vez diferencias más insalvables, nuevos modelos de ordenación nacional del territorio adquirieron consistencia, perfilándose incluso nuevos nacionalismos en pro de una ordenación estatal diferente a la consolidada.<br /><a href="http://i19.photobucket.com/albums/b194/absurdarevolucion/deNAES.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 158px; FLOAT: right; HEIGHT: 162px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://i19.photobucket.com/albums/b194/absurdarevolucion/deNAES.jpg" /></a>Sin embargo, pretender valorar y estudiar el proceso de creación de la nación española desde una perspectiva actual, con la diversidad de “nacionalismos” consolidados a lo largo del siglo XX, es hacer un flaco favor a los hechos y contenidos históricos desde la <strong>Constitución de 1812</strong>. Sin el proyecto nacionalista español, es posible que estos otros nacionalismos que nacieron bajo la consolidación del Estado liberal, hubiesen tenido un difícil desarrollo. </div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-3403379878544353942010-09-23T19:01:00.003+02:002010-11-25T13:15:55.511+01:00Estrategias del mal gusto (IV): El camino hacia la obscenidad<div align="justify">Pasa el tiempo sin uno, apenas, darse cuenta. Ya son 5 meses desde que no escribo nada por aquí. Y no es que me haya olvidado, sino -quizás una excusa más- falta de tiempo (a veces de ganas) y el hecho de pasar 3 meses perdido en Alemania sin posibilidad, casi, de conexión a Internet. Pero bueno, aquí estoy de vuelta... una vez más. Y, si no recuerdo mal (ya me pasó anteriormente), había dejado en el tintero algunas reflexiones sobre el "mal gusto" y lo "obsceno". Pues bien, como las cosas no deben dejarse a mitad, dedico la entrada de hoy, precisamente, a continuar con el susodicho tema. Esta vez, dando algunas pinceladas sobre el <em>camino hacia la obscenidad</em>.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="justify">.<br />El <strong>erotismo</strong> es, sin duda, un fenómeno humano. Si en la antigüedad el <strong>sexo</strong> era únicamente un acto de procreación, la <strong>seducción</strong> como tal comienza a expresarse por la necesidad de preambular el acto sexual para mayor disfrute, pues el ser humano se percata de que con la imaginación puede obtenerse un goce mucho más allá de lo experimentado hasta el momento. Y es a partir del surgimiento del erotismo cuando comienza, entonces, la <strong>culturización del sexo</strong>… el hombre va dando forma a su deseo, juguetea con sus instintos y abre la compuerta donde se guarecían las inhibiciones y tabúes, pero también el recato y la mesura: por estas y otras razones más poderosas, la Iglesia se esfuerza en el control del sexo (la más severa forma de control humano) y a través de ello, <strong>lo que antes era un acto de purificación</strong> <strong>es conceptualizado como un acto lascivo</strong>. </p><p align="justify">Pero el fenómeno erótico pierde el centro, deja de ser un descubrimiento de práctica aislada, para convertirse en un <em>boom</em> de civilización, un juego dulce y perverso que, a medida que se va sofisticando, se transforma en un <strong>arma de control</strong> incalculable para el desarrollo social: el sexo recreativo con grandes dosis de erotismo absorbe al sexo procreativo, se hace de lo erótico un <strong>negocio</strong> para la comercialización en las ya establecidas sociedades de consumo, los medios de comunicación acaparan las imágenes cada vez más eróticas, abarrotan la información y la publicidad de forma directa o subliminal. Es la conquista del mundo por un fenómeno atacado y condenado, sobre todo, por las religiones; una conquista provocada por esas mismas sociedades que se declaran "tolerantes" o "liberales", según sus tendencias a la hipócrita mojigatería. Un triunfo de la libertad muy a pesar de que algunos teóricos como <a href="http://www.garciaponce.com/textos/txt01.html"><strong>P. Klossowski</strong> </a>consideren que, con la generalización y predominio del erotismo, se ha perdido el concepto erótico <em>per se</em>. </p><p align="justify">.<br />El correr del tiempo siempre trae nuevos cambios y la expresión ideal sexual no es una excepción. La búsqueda del placer en formas cada vez más difíciles arrastra al ser humano a la práctica de nuevas posibilidades de seducción… es aquí donde cabe situar a <strong><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marqu%C3%A9s_de_Sade">Donatien-Alphonse François</a></strong>, el marqués de Sade (1740-1814), considerado por sus coetáneos como un loco, un pervertido y un peligro social. No es hasta tiempo después cuando se le ha colocado en el pedestal de “maestro” y muchos escritores importantes no disimulan su influencia. A este genio “loco” se debe el desarrollo de una tendencia sexual hasta el momento “inexistente” por innominada: el <strong>sadismo</strong>. Y casi un siglo después, en Austria, nace el escritor que redondeará la tendencia iniciada por el marqués: <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Leopold_von_Sacher-Masoch"><strong>Leopold Von Sacher-Masoch</strong> </a>se considera el pionero en el arte de describir otro nuevo sentimiento erótico surgido de la relación placer-dolor, sensualidad-humillación, fundamentalmente provocado por el castigo físico. A esta nueva forma de sentir, a esta nueva ventana a lo erótico en relación con el sufrimiento y el dolor, se le dio el nombre de masoquismo que, unido a la anterior tendencia, crea una unión inédita en Europa: el <strong>sadomasoquismo</strong>. </p><p align="justify">.<br />En Estados Unidos, aunque hubo amagos anteriores, no fue hasta 1849 cuando salió a la luz el primer libro erótico, de la pluma de <strong><a href="http://www.gutenberg.org/ebooks/28267">George Thompson</a></strong>: <em>Venus in Boston</em>. Pero la “mirada sensible” de la sociedad norteamericana del momento vio en esta obra un alto contenido obsceno, distante de la consideración actual que se tiene sobre la misma obra, definida hoy en día de erótica (y por lo tanto vinculada a la seducción, no a la pornografía). Lo mismo pasó un siglo después con <a href="http://www.elortiba.org/hmiller.html"><strong>Henry Miller</strong> </a>(1891-1980), un bohemio libertino que de forma autobiográfica escribió grandes novelas, entre ellas dos fundamentales sobre el tema erótico: <em>Trópico de Cáncer</em> (1934) y <em>Trópico de Capricornio</em> (1940). Estas novelas pagaron su precio al unir lo espiritual con lo considerado obsceno por la mojigata sociedad estadounidense, provocando el escándalo: la crítica atacó a Miller con ferocidad y saña, estimulando una censura "moralista" para su publicación y venta que duró 30 años en su propio país (no así en el resto del mundo y sobre todo en Francia, donde se consideró un <em>best-seller</em>). </p><p align="justify">.<br />En todo caso, y para replicar la tesis de <a href="http://www.bbk.ac.uk/art-history/our-staff/teaching-staff/nead"><strong>Lynda Nead</strong> </a>(quien disocia inexorablemente lo obsceno de su posible valor estético o artístico), aceptamos que el contenido de <em>Trópico de Cáncer</em>, por ejemplo, pueda ser considerado obsceno, en función siempre de la mirada del espectador, sensible en este caso. Y sin embargo, a pesar de las reticencias de los contemporáneos de Miller… ¿Quién duda hoy de que ocupa un puesto destacado en la historia de la Literatura y, por lo tanto, en el ámbito del Arte? Para muestra, un botón: </p><blockquote><p align="justify">Después de ponerse de pie para secarse, mientras seguía hablándome con simpatía, dejó caer la toalla de repente y, avanzando hacia mí despacio, comenzó a restregarse la almeja cariñosamente, pasándole las manos suavemente, acariciándola, dándole palmaditas y palmaditas. Había algo en su elocuencia de aquel momento y en la forma como me metió aquella mata de rosas bajo la nariz que sigue siendo inolvidable; hablaba de ella como si fuese un objeto extraño que hubiera adquirido a alto precio, un objeto cuyo valor había aumentado con el tiempo y que ahora apreciaba como nada en el mundo. Sus palabras le infundían una fragancia peculiar; ya no era simplemente su órgano privado, sino un tesoro, un tesoro mágico y poderoso, un don divino [...] Al echarse en la cama, con las piernas bien abiertas, la apretó con las manos y la acarició un poco más, mientras murmuraba con su ronca y cascada voz que era buena y bonita, un tesoro, un pequeño tesoro. ¡Y vaya si era buena y bonita, esa almejita suya! [...] Germaine era una puta de pies a cabeza. Hasta el fondo de su buen corazón, su corazón de puta,[...] Germaine estaba en lo cierto: era ignorante y sensual, se entregaba al trabajo con todo su corazón y con toda su alma. Era una puta de los pies a la cabeza... ¡y esa era su virtud!. </p></blockquote><p align="justify"></p><p align="right">"Una puta de corazón",<em> Trópico de Cáncer.</em> Henry Miller<em>.</em></p><p align="justify">Parece, pues, que el “camino de lo obsceno” no es sino ampliar mediante provocación, atacando directamente la moral y los valores de aquellos de mirada sensible, el espacio reservado a lo inmaculado, a lo admitido y tolerado por erótico en tanto que seductor. Reconocer, en fin, mediante un esfuerzo de hiperrealidad (“lo más verdadero que lo verdadero”), que la naturaleza humana no es dual ni esquizofrénica, sino que la libido es consustancial al género humano y que de ella emana tanto lo “permisivo” como lo festivo; tanto el juego engañoso de la seducción como la realidad de lo obvio. Pero entonces… ¿qué “es” lo erótico y qué lo obsceno? ¿Podemos hablar de unas categorías “esenciales”, de unos atributos inherentes y consustanciales, cuando aquello considerado obsceno hace apenas cincuenta años resulta ahora, si no erótico o seductor, irrisorio y absolutamente permisible? </p>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-4824252736631628022010-04-12T13:05:00.013+02:002010-04-13T16:34:45.038+02:00Jesús Conill: "Ciudadanía económica y política democrática"<script type='text/javascript' src='http://www.svideo.uji.es/files/swfobject.js'></script><p id='player1'><a href='http://www.macromedia.com/go/getflashplayer'>Necesita tener el Flash Player</a></p><script type='text/javascript'> var s1 = new SWFObject('http://www.svideo.uji.es/files/mediaplayer.swf','single','512','308','7'); s1.addParam('allowfullscreen','true'); s1.addVariable('file','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash/jesus_conill.flv'); s1.addVariable('image','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash/jpeg/jesus_conill.jpg '); s1.addVariable('width','512'); s1.addVariable('height','308'); s1.write('player1');</script><br /><div align="justify">((SI TENÉIS PROBLEMAS CON LA VISUALIZACIÓN DEL VIDEO, Ó ÉSTE NO CORRESPONDE AL DE JESÚS CONILL, PROBAD A ABRIR LA PÁGINA DEL POST Y, SI NO FUNCIONA, PODÉIS CONSULTARLO TAMBIÉN ONLINE EN EL <a href="http://www.svideo.uji.es/peli.php?codi=492&lg=">SERVIDOR DE VIDEO DE LA UJI ))<br /></a>Sigo acercándoos, aquí, al Ciclo de Conferencias <strong><a href="http://homo-homini.blogspot.com/2010/02/las-teorias-sobre-como-debe-idealmente.html">La Democracia hoy: retos para una nueva ciudadanía</a></strong>, organizado por el Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I. La última sesión tuvo lugar el 29 de marzo, y corrió a cargo del profesor <a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=14814"><strong>Jesús Conill</strong></a><strong>,</strong> uno de los teóricos más destacados de la filosofía española. Es Catedrático de Filosofía Moral de la Universitat de València, patrono fundador de la Fundación ÉTNOR para la Ética de los Negocios y de las Organizaciones, y miembto del Seminario de Investigación 'Xavier Zuviri'. Entre sus obras más recientes figuran <em>Horizontes de economía ética</em> (Tecnos, 2004) y Ética hermenéutica. Crítica desde la facticidad (Tecnos, 2006).</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-47282979951574143352010-03-26T20:59:00.002+01:002010-03-26T21:03:46.574+01:00Call for papers. Primera circular: "Congreso internacional. Filosofía, Humanidades y el futuro del Humanismo"<div align="justify">AUSPICIADO POR LA SOCIEDAD ACADÉMICA DE FILOSOFÍA</div><div align="justify">.<br />FECHAS A REALIZAR: 20-22 de Septiembre 2010 en la Universitat Jaume I (Castellón de la Plana)</div><div align="justify">.<br />PLAZO DE ENTREGA DE RESÚMENES DE COMUNICACIONES: 1 de Junio de 2010<br />Se ha de mandar un breve resumen (10 líneas) acompañado de una breve identificación del autor o autora (mandar las propuestas a cualquiera de los emails de las personas del comité organizador).</div><div align="justify">.<br />LENGUAS DEL CONGRESO: las presentaciones de las comunicaciones podrán hacerse en castellano, catalán, portugués, francés, italiano e inglés. </div><div align="justify">.<br />CARACTERÍSTICAS DEL CONGRESO: El congreso se proyecta como continuación del celebrado en el año 2008 en la Universidad de Alicante (“La filosofía y la identidad europea”). Auspiciado por la Sociedad Académica de Filosofía, que reúne a investigadores y profesores del área de Filosofía de la universidad española, estos congresos tienen la intención de proporcionar un forum de debate y un lugar de encuentro para quienes en el ámbito de esa y otras áreas afines trabajan en las facultades y grados de humanidades, no sólo en España sino en otros países de nuestro entorno. En este sentido es de destacar la colaboración de las principales sociedades de filosofía de Francia, Italia y Portugal. La realización del congreso, que sería el segundo, es de vital importancia para la consolidación de esta línea de trabajo. De hecho, ya está previsto que el congreso de Castellón tenga continuidad dos años después en Albacete, organizado en este caso por la Universidad de Castilla La Mancha. El congreso tendrá una estructura mixta a base de mesas redondas, ponencias invitadas, y comunicaciones seleccionadas por el comité científico por el procedimiento de doble arbitraje ciego. Es propósito del congreso dar cabida igualmente a investigadores de otros países.<br />La línea temática del congreso está centrada en la reflexión sobre el papel de la filosofía y el humanismo en los estudios de humanidades, pretendiendo incidir con ello en el debate sobre el futuro del humanismo.</div><div align="justify">.<br />COMITÉ ORGANIZADOR:<br />Sonia Reverter Bañón (Universitat Jaume I) <a href="mailto:reverter@fis.uji.es">reverter@fis.uji.es</a><br />Elena Nájera Pérez (Universidad de Alicante) <a href="mailto:elena.najera@ua.es">elena.najera@ua.es</a><br />Javier Benéitez Prudencio (Universidad de Castilla La Mancha) <a href="mailto:JoseJavier.Beneitez@uclm.es">JoseJavier.Beneitez@uclm.es</a><br />Vicente Sanfélix Vidarte (Universidad de Valencia) <a href="mailto:Vicente.Sanfelix@uv.es">Vicente.Sanfelix@uv.es</a></div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-31304875712135375242010-03-16T20:46:00.008+01:002010-11-25T13:15:55.512+01:00Estrategias del mal gusto (III): ¿Qué se nos dice de la 'obscenidad'?<div align="justify">La <strong>obscenidad</strong> no es sino una de las estrategias posibles existentes para mostrar y atraer; aunque quizás, más bien, con el fin de provocar rechazo en el espectador. Por ello se la asocia, dadas las pretendidas características internas de lo obsceno, con el mal gusto, en oposición a la seducción y al buen gusto. E incluso algunos teóricos niegan la posibilidad de que la categoría de lo obsceno tenga cabida en el Arte.</div><div align="justify">.</div><div align="justify"><a href="http://angelsinbeta.files.wordpress.com/2006/12/seduccion.jpg"><img style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 133px; CURSOR: hand; HEIGHT: 155px" alt="" src="http://angelsinbeta.files.wordpress.com/2006/12/seduccion.jpg" border="0" /></a>Para <strong><a href="http://plato.stanford.edu/entries/baudrillard/">Baudrillard</a></strong>, la <em>seducción</em> es propia del ocultamiento, el velamiento, la omisión, la insinuación, la sensualidad, manifestadas en lo erótico. Por su parte, la <em>producción</em> es lo que muestra con evidencia, lo que se hace visible sin ocultamiento ni insinuación, lo que resulta totalmente mesurable, lo que representa la realidad más exacerbada, siendo su categoría, pues, lo obsceno, propio de lo pornográfico. Así, el erotismo es la “simulación encantada, lo más falso que lo falso, lo más invisible que lo invisible”; mientras que lo obsceno es lo pornográfico, la “simulación desencantada, lo más verdadero que lo verdadero, lo más visible que lo visible” (Baudrillard, 1984; 1989).<br /><em>Seducir</em> es, para el autor, morir como realidad y aparecerse como ilusión, siendo ésta su estrategia identificadora, acechando todo lo que tiende a confundirse con su propia realidad. Pues si la <em>producción</em> sólo sabe mostrar en su evidencia objetos, signos reales, y obtiene de ello algún poder (el de lo obvio), la seducción no produce más que ilusión y obtiene de ella todos los “poderes”, entre los que se encuentra el de remitir la producción y la realidad a su ilusión fundamental: fantasías, anhelos, esperanzas… Poder, en fin, de subvertir la realidad y de cambiarla desde su infraestructura.<br />Si estas ideas de Baudrillard podemos aceptarlas y reconocerlas, en tanto que descriptivas de lo obsceno, quizás no podamos hacer lo propio en la valoración que de la oposición entre seducción y producción hace el autor: “Contra la producción, seducción”; “la mirada nunca es obscena”, sino que lo obsceno lo es intrínsecamente por esa obviedad e hiperrealidad (“más real que lo real”), que impide ser susceptible de seducción.<br />.<br /><a href="http://14deabril.files.wordpress.com/2009/03/courbet-origen.jpg"><img style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 130px; CURSOR: hand; HEIGHT: 139px" alt="" src="http://14deabril.files.wordpress.com/2009/03/courbet-origen.jpg" border="0" /></a>Y otro tanto con las ideas de <strong><a href="http://www.bbk.ac.uk/hafvm/staff/staff/staffMembers/NeadLynda">Lynda Nead</a></strong>, quien va más allá en su rechazo de lo obsceno en torno a su consideración como posible categoría artística e incluso estética, pues para la autora arte/obscenidad es una oposición de valores. Lo obsceno sigue siendo, descriptivamente, aquello definido por el exceso y la carencia de límites, asociado indefectiblemente a lo pornográfico (y no sólo en un sentido sexual), mientras que lo artístico lo es por el uso de “procedimientos estilísticos y la forma”.<br />Así, el arte viene definido para Nead, exclusivamente, en términos de contención de la forma dentro de unos límites, mientras que la obscenidad, por otra parte, se define en términos de exceso, como forma más allá del límite, más allá del marco y la representación ( “más verdadero que lo verdadero”, como decía Baudrillard). Y aún más: </div><div align="justify"><blockquote>"<em>Si volvemos ahora a la oposición básica de arte y obscenidad (…), podemos situar el desnudo femenino no sólo en el centro de la definición de arte</em> [dado su uso recurrente]<em>, sino también en el borde de la categoría, desplazándose hacia el límite; moviéndose hacia la obscenidad el desnudo es el borde, el límite, entre arte y obscenidad. El cuerpo femenino –natural, inestructurado- representa algo que está fuera del campo propio del arte y el juicio estético; pero el estilo artístico, la forma pictórica, contiene y regula el cuerpo y lo hace objeto de belleza, apropiado para el arte y el juicio estético.</em>" (Nead, 1998, p. 46). </blockquote></div><div align="justify">Una vez más, lo obsceno no radica tanto en aquello que se representa ni en la mirada del espectador, sino en el cómo es representado, en sus características inherentes.<br />.<br />Y las diatribas continúan haciéndose eco la autora de <em>La Crítica del Juicio</em> de <strong>Kant</strong>, sacando de contexto sus palabras y aplicando la oposición bello/sublime a la pretendida oposición arte/obscenidad. Dice Kant: “<em>Lo bello en la naturaleza es una cuestión de la forma del objeto y ésta consiste en la limitación mientras que lo sublime se encontrará en un objeto incluso carente de forma, en tanto en cuanto envuelva inmediatamente, o incluso provoque por su presencia, una representación que no tiene límite</em>”; añadiendo Nead a renglón seguido:</div><div align="justify"><blockquote>"<em>Esta oposición entre un placer tranquilo, contemplativo y una forma de excitación se puede poner en relación con la oposición arte/obscenidad. El axioma de que la experiencia del Arte debe ser estática y reflexiva, y que esto la diferencia de la experiencia de las formas no artísticas como la pornografía</em> [léase: lo obsceno]<em> es recurrente en la estética europea de los siglos XIX y XX</em>." (Nead, 1998, p. 49).</blockquote></div><div align="justify">Sí, pero una estética en todo caso superada con el impulso de las vanguardias y arte contemporáneo basado en la provocación, mención aparte de artistas marginados por la Historia a lo largo de todos los tiempos. </div><div align="justify">.</div><div align="justify">Si el Arte queda definido por la limitación, la contención y la contemplación, tan pronto como una imagen se convierte en “un incentivo para la acción” se expulsa del ámbito del arte y la creatividad, entrando en el pretendido “dominio inferior y corrompido de lo documental, la propaganda y la pornografía” (Nead, 1998, p. 50). La diferencia entre arte y pornografía (obscenidad) queda fundamentada tanto para Nead como para <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Kenneth_Clark">Keneth Clark</a>, de quien hace propias sus palabras, en términos de los efectos de la imagen o el objeto sobre el espectador. </div><div align="justify"><a href="http://www.floresyplantas.net/wp-content/uploads/El-Jardin-de-las-delicias.jpg"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 261px; CURSOR: hand; HEIGHT: 187px" alt="" src="http://www.floresyplantas.net/wp-content/uploads/El-Jardin-de-las-delicias.jpg" border="0" /></a>Pero… ¿Acaso el <em>Jardín de las Delicias</em> del <strong>Bosco</strong>, grotesco en su máxima expresión (incluso obsceno), no repulsa la vista de sus contemporáneos y aún hoy a aquellos de mirada sensible, sin dejar por ello de ser ejemplo sumamente artístico (y estético) del gótico tardío? No podemos, en fin, aceptar la radical valoración que hace Nead de lo obsceno como categoría ajena al Arte; ni aceptar su pretendida asociación indefectible con lo pornográfico… Y mucho menos negar el valor artístico de aquello que se aleja voluntariamente de la contención para causar provocación, repulsa, rechazo e indignación en el espectador (en su mirada, en sus valores, en su moral). </div><div align="center">---</div><div align="justify">BAUDRILLARD, J., <em>Las estrategias fatales</em>, Barcelona, Anagrama, 1984.<br />BAUDRILLARD, J., <em>De la seducción</em>, Madrid, Cátedra, 1989.</div><div align="justify">NEAD, L., <em>El desnudo femenino. Arte, obscenidad y sexualidad</em>, Madrid, Tecnos, 1998.</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7916056282742991430.post-31406246647863309982010-02-24T12:17:00.008+01:002010-04-12T13:18:47.057+02:00Victoria Camps: "Democracia y educación ciudadana"<script type='text/javascript' src='http://www.svideo.uji.es/files/swfobject.js'></script><p id='player1'><a href='http://www.macromedia.com/go/getflashplayer'>Necesita tener el Flash Player</a></p><script type='text/javascript'> var s1 = new SWFObject('http://www.svideo.uji.es/files/mediaplayer.swf','single','512','308','7'); s1.addParam('allowfullscreen','true'); s1.addVariable('file','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash/victoria_camps.flv'); s1.addVariable('image','http://www.svideo.uji.es/svideo_flash/jpeg/victoria_camps.jpg '); s1.addVariable('width','512'); s1.addVariable('height','308'); s1.write('player1');</script><br /><br /><p align="justify">“<strong>Democracia y educación ciudadana</strong>”. Con esta conferencia <strong><a href="http://www.victoriacamps.es/">Victoria Camps</a></strong>, Catedrática de Filosofía Moral y Política de Universitat Autònoma de Barcelona inauguró en el Edificio Hucha de Castellón el Ciclo de Conferencias “<strong><a href="http://homo-homini.blogspot.com/2010/02/las-teorias-sobre-como-debe-idealmente.html">La Democracia hoy: retos para una nueva ciudadanía</a></strong>”, dirigido por la profesora Elsa González del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I.</p><p align="justify">.<br />Victoria Camps, una de las más destacadas figuras en el panorama nacional e internacional en lo referente a la reflexión ética y en valores, señaló la estrecha relación entre democracia y formación de “ciudadanos cívicos” en tanto que responsables, en la medida en que “asumir e interiorizar los valores democráticos o cívicos constituye la condición de la ciudadanía”. La responsabilidad, por tanto, constituye uno de los valores centrales del buen ciudadano, en tanto que orientado a la construcción del interés común. </p><div align="justify">.<br />Según señaló Victoria Camps, el civismo, en tanto que valor moral indispensable del ciudadano democrático, corresponde a una “ética laica de mínimos compartibles por cualquier persona que quiera participar en la vida colectiva”, de la que forma parte. Se trata, como la ética, de un “saber o conocimiento” que, sin embargo, no se aprende ni transmite como otros conocimientos teóricos sino, sobre todo, “practicándolo y viendo cómo se practica”. De forma tal que “los ejemplos de ciudadanía son la mejor escuela de civismo”.</div><div align="justify">.<br />En este sentido, Camps consideró que si la democracia ha de ser entendida como aquél régimen político en el que se forman individuos libres y demócratas, esto no lo hace de forma automática sino, más bien, en la medida en que las propias instituciones democráticas, formadas por los individuos que las componen, “dan fe de su buen hacer democrático con sus acciones”. Por tanto, el fortalecimiento de las democracias necesita de una formación y educación ciudadana, entendida ésta como civismo, constituyendo así un círculo virtuoso que hay que conquistar y aprender activamente como“expresión solidaria del amor propio” que ponga límites a los excesos individualistas.</div><div align="justify">.<br />Tal y como Camps afirmó, la estrecha relación entre valores cívicos y democracia implica, en definitiva, que los ciudadanos activos “deben poder responder de esos valores ante sus semejantes, no sólo porque se los debe a la sociedad, sino porque conservándolos y ejemplificándolos están ayudando a preservar y a mejorar las sociedades democráticas del futuro”.</div>Strahdhttp://www.blogger.com/profile/13018878858303184060noreply@blogger.com3