Las teorías sobre cómo debe idealmente funcionar la democracia son, y han sido, variadas entre los pensadores pasados y contemporáneos. Entre las diferentes corrientes que se proponen se encuentra un modelo de democracia que entiende que la política debe ser algo que queda en manos exclusivamente de los representantes políticos una vez éstos han sido elegidos por los ciudadanos en las correspondientes elecciones. Se dice, en este sentido y siguiendo a Schumpeter, que la democracia es “el gobierno del político”, relegando el papel del ciudadano y de la ciudadana a la acción de depositar un voto cada cuatro años.
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Esta forma reducida de entender a la democracia, que bien parece ser el sistema político en el que vivimos y en el cual se reconoce, normalmente, un escaso margen de participación de los ciudadanos, no parece, sin embargo, la forma ideal para promover un sistema político pleno que atienda a la diversidad y que afronte con garantías los problemas que surgen de toda convivencia entre personas. Además, la percepción de los ciudadanos de hoy sobre la clase política que nos gobiernan indica que no parecemos muy convencidos de la idoneidad de este tipo de modelo de democracia, como demuestran los datos recogidos por el CIS a finales del 2009 y que apuntan a un aumento en la preocupación de los ciudadanos sobre el nivel de la clase política dirigente actual. Por ello, no es extraño oír cada vez más voces que defienden que la política es demasiado importante para dejarla en manos exclusivas de los políticos y los partidos; que creen que la ciudadanía tiene una capacidad que va más allá de votar de vez en cuando y que dotan de un mayor valor al conjunto de la “maquinaria” democrática.
Esta forma reducida de entender a la democracia, que bien parece ser el sistema político en el que vivimos y en el cual se reconoce, normalmente, un escaso margen de participación de los ciudadanos, no parece, sin embargo, la forma ideal para promover un sistema político pleno que atienda a la diversidad y que afronte con garantías los problemas que surgen de toda convivencia entre personas. Además, la percepción de los ciudadanos de hoy sobre la clase política que nos gobiernan indica que no parecemos muy convencidos de la idoneidad de este tipo de modelo de democracia, como demuestran los datos recogidos por el CIS a finales del 2009 y que apuntan a un aumento en la preocupación de los ciudadanos sobre el nivel de la clase política dirigente actual. Por ello, no es extraño oír cada vez más voces que defienden que la política es demasiado importante para dejarla en manos exclusivas de los políticos y los partidos; que creen que la ciudadanía tiene una capacidad que va más allá de votar de vez en cuando y que dotan de un mayor valor al conjunto de la “maquinaria” democrática.
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Desde este punto de partida, aunque no es sencillo aportar propuestas dirigidas a lograr una comprensión más rica de la democracia, algunos pensadores coetáneos no cejan en el empeño, situando a la ciudadanía como uno de sus pilares básicos. En esta línea, Victoria Camps observa la relevancia de la educación en valores de los ciudadanos, mientras que otros autores, como Jesús Conill, se preocupan por definir y buscar un modelo de ciudadanía política y económica democrática.
Desde este punto de partida, aunque no es sencillo aportar propuestas dirigidas a lograr una comprensión más rica de la democracia, algunos pensadores coetáneos no cejan en el empeño, situando a la ciudadanía como uno de sus pilares básicos. En esta línea, Victoria Camps observa la relevancia de la educación en valores de los ciudadanos, mientras que otros autores, como Jesús Conill, se preocupan por definir y buscar un modelo de ciudadanía política y económica democrática.
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El programa del ciclo de conferencias “La Democracia hoy: retos para una nueva ciudadanía”, organizado por el Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I, quiere servir de espacio para la reflexión conjunta sobre estas cuestiones que resultan decisivas para entender el papel crucial de la ciudadanía en el propósito de fomentar la mejora democrática. Victoria Camps (Universitat Autònoma de Barcelona), Jesús Conill (Universitat de València), Sonia Reverter (Universitat Jaume I), Wolfgang Merkel (Wissenschaftszentrum Berlin für Sozialforschung-Berlin) y Aurelio Arteta (Universitat del País Vasco) han trabajado a lo largo de su trayectoria en torno a las temáticas de ciudadanía y democracia, aportando reflexiones esenciales para pensar en formas de democracia que superen las comprensiones reducidas y reconozcan todo su valor y potencial.
El programa del ciclo de conferencias “La Democracia hoy: retos para una nueva ciudadanía”, organizado por el Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I, quiere servir de espacio para la reflexión conjunta sobre estas cuestiones que resultan decisivas para entender el papel crucial de la ciudadanía en el propósito de fomentar la mejora democrática. Victoria Camps (Universitat Autònoma de Barcelona), Jesús Conill (Universitat de València), Sonia Reverter (Universitat Jaume I), Wolfgang Merkel (Wissenschaftszentrum Berlin für Sozialforschung-Berlin) y Aurelio Arteta (Universitat del País Vasco) han trabajado a lo largo de su trayectoria en torno a las temáticas de ciudadanía y democracia, aportando reflexiones esenciales para pensar en formas de democracia que superen las comprensiones reducidas y reconozcan todo su valor y potencial.
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